La supervivencia de los negocios es la mayor preocupación de las empresas alicantinas en unos momentos convulsos y de gran incertidumbre por la escalada de la propia pandemia y por los efectos que pudieran tener nuevas medidas restrictivas (el toque de queda está previsto que se implante en unos días en la Comunidad) en las cuentas de las compañías, muy deterioradas ya, tras más de siete meses de continuado impacto de la crisis del covid. Esta inquietud ha quedado reflejada en el reciente Barómetro realizado por la patronal nacional de las pymes (Cepyme) entre el 15 de septiembre y el 12 de octubre para recoger la opinión de más de 1.300 empresas sobre las consecuencias económicas de la crisis sanitaria para este grupo tan vulnerable del tejido empresarial.

En el caso de Alicante, gran parte de los aspectos que aborda el sondeo evidencia el mayor pesimismo que envuelve a las pymes con respecto a la media nacional sobre el futuro más inmediato. De hecho, cuando se les pregunta si creen que está en riesgo la supervivencia de sus empresas por el impacto del covid, un 60% de las encuestadas contesta claramente que sí. Esta alta proporción es casi 10 puntos porcentuales superior al 50,51% de las pymes españolas que también teme por la continuidad de sus negocios.

Empleo

Esta amplia diferencia se repite, igualmente, en otros aspectos claves como es el empleo. En la provincia, un 72% de pymes asegura que en el próximo año el número de trabajadores de su compañía disminuirá, mientras que el porcentaje de compañías españolas que prevé recortar plantilla baja al 52,09%. Este desfase, sin embargo, no ha supuesto una sorpresa para expertos en la provincia. El presidente de la patronal CEV en Alicante, Perfecto Palacio, lo atribuye a la composición del propio tejido empresarial alicantino, formado en su mayoría por pymes, micropymes y autónomos. Según el Directorio Central de Empresas (Dirce), que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica cada año, de las 142.933 compañías activas en la provincia en 2019, más de la mitad (55,5%) no tenía trabajadores y el 36,5% solo empleaba a entre una y nueve personas. También en esta crisis han sido los negocios de menor tamaño los que se han visto más perjudicados. Suele ocurrir.

Más del 70% de las compañías prevé recortar la plantilla de trabajadores en los próximos doce meses

El último estudio del Consejo General de Economistas de España incide en que las empresas más afectadas son las de pequeño tamaño al tener menos capacidad de reacción y porque han visto muy mermados sus ingresos desde el inicio de la pandemia, subraya Francisco Menargues, presidente del Colegio de Economistas de Alicante.

Actividades tractoras

Pero el factor diferencial de la desazón de los empresarios alicantinos viene marcado por el impacto que esta crisis y las medidas restrictivas, como la limitación de la movilidad en algunos países europeos, han tenido sobre los principales motores de la economía, como son los hoteles, la hostelería o el comercio. «Nuestra economía está ligada a una actividad como es el turismo, que ahora registra, en muchos casos, un alto riesgo de supervivencia por la debacle que han supuesto los efectos de la crisis, con la pérdida de la campaña de Semana Santa, gran parte de la del verano y la incertidumbre sobre lo que pasará en Navidad», subraya Perfecto Palacio, presidente de CEV Alicante, quien advierte de que el turismo no sólo representa un peso importante en el PIB, «sino que es una actividad tractora. De su evolución dependen otros negocios al ser un sector transversal», insiste.

En esta pandemia, el 88,30% de las firmas españolas ha visto reducidas sus ventas y éstas han bajado, de media, un 43,5%, según el estudio del Colegio de Economistas. Por su parte, Luis Rodríguez, secretario general de la patronal provincial del metal (Fempa), pone el acento en que el mayor porcentaje de empresas que participa en el sondeo de Cepyme es del comercio, con un 15%. «Y, a tenor de los elevados niveles de preocupación que se muestran, evidencia cómo está afectando esta crisis a este sector con gran peso en la provincia», señala. Alrededor de un 8% de las firmas encuestadas pertenece a la hostelería y otro 8% a la industria manufacturera. La construcción, por ejemplo, participa con un 7,5%.

¿Qué pasará si se agotan las medidas de apoyo y continúa la pandemia?

El 96% de las empresas alicantinas piensa que la situación económica actual por la crisis del covid es «mala o muy mala». A nivel estatal, este diagnóstico lo hace el 92,4%. Y las que creen que su viabilidad se verá afectada, incluso, dentro de un año, se sitúa en el 92%, mientras que a nivel nacional lo piensa un 85% de las encuestadas, según los datos del Barómetro de Cepyme. Pero ahora la inquietud del tejido empresarial es cuál será el escenario, una vez que se agoten las ayudas y los ERTE, según advierte Francisco Menargues, presidente de los economistas alicantinos. Tanto este experto como el líder de los empresarios provinciales, Perfecto Palacio, temen que, si la evolución de virus sigue en escalada y se acaban las medidas de estímulo, «tras los ERTE vendrán los ERE, los despidos y los concursos de acreedores», según auguran.