Tener acceso a unos servicios telefónicos de calidad y contar con un despliegue adecuado de fibra óptica se ha convertido en un elemento imprescindible tanto para la vida cotidiana como para el desarrollo económico de cualquier territorio, y más en un momento estratégico como este, en pleno despliegue de las redes 5G. Por eso es tan importante acabar con el problema de la brecha digital, que propicia que determinados municipios se encuentren en clara desventaja frente a otros a causa de las dificultades que sufren a nivel de cobertura telefónica o de banda ancha. En el caso de la provincia de Alicante, son 20 localidades, casi todas situadas en zonas rurales, las que cuentan con problemas que merman tanto el bienestar de sus vecinos como su competitividad. También hay polígonos industriales con carencias. Con el objetivo de combatir esta situación, la Generalitat, Telefónica y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), han creado un grupo de trabajo cuyo objetivo es terminar con estos agravios comparativos.

La Dirección General de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, dependiente de la Generalitat, emitía un informe a principios de año en el que se analizaba la situación de las infraestructuras de comunicaciones básicas en la Comunidad Valenciana de cara al despliegue del 5G, una tecnología de gran importancia estratégica, con unas prestaciones que la convierten en un medio ideal para la conexión entre máquinas y objetos, y que centrará su protagonismo en la industria y las empresas, que encontrarán en ella un valioso aliado para mejorar su productividad. Además, este sistema va camino de convertirse en tractor de una sociedad hiperconectada, porque potencia los resultados de aplicaciones relacionadas con Inteligencia Artificial, Big Data, medio ambiente o territorios inteligentes, entre otros.

"Pese a que los datos son buenos, existen desigualdades territoriales que corregir todavía"

Carolina Pascual - Consellera de Innovación

Pues bien, dicho informe señala que, si bien este año la Comunidad parte con cierta ventaja sobre otros países y territorios nacionales, es necesario iniciar de forma inmediata una estrategia a cinco años que le permita ir por delante en el momento en que, de forma natural, las operadoras inicien el desarrollo comercial del 5GSA, que es la versión completa del 5G. Para ello, añade el estudio, es vital prestar una especial atención a la cobertura en las empresas y las áreas menos pobladas, con el objetivo de corregir la polarización actual. Y todo ello en un contexto en el que no sólo existen problemas de banda ancha en determinados municipios, sino incluso de algo tan básico como la cobertura de telefonía móvil.

El polígono del Espartal, en Xixona, carece de fibra pese a la relevancia de sus empresas. | JUANI RUZ

Dentro de estas exigencias, la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, y la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico, a través de la Dirección General de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones e Istec, y la Agencia Valenciana Antidespoblación (AVANT), han conformado un grupo de trabajo junto a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) y Telefónica para dar solución a estas carencias. Se trata, según la información facilitada desde la Conselleria de Innovación, de un foro de encuentro que funcionará con reuniones periódicas de alto nivel, pero que mantendrá un contacto constante a nivel técnico para poder ir estudiando y resolviendo las problemáticas actuales.

Diagnóstico

La dinámica de trabajo parte del documento de diagnóstico previo que ha realizado la propia Conselleria de Innovación en colaboración con AVANT y la FVMP, y que ha detectado los problemas de conexión en la Comunidad Valenciana, los cuales, como queda dicho, afectan especialmente a los núcleos con menor concentración de población. Es un documento abierto, pero en el caso de la provincia de Alicante son, de entrada, 20 los municipios en los que se han detectado incidencias. En la comarca de l’Alacantí aparece Xixona; en la Marina Alta el listado lo componen Orxeta, Beniardà, Sella, Sagra, Ràfol d’Almúnia, Vall d’Alcalà, Vall de Gallinera, Benissa, Murla, L’Atzúbia, Benidoleig y Llíber; y en El Comtat figuran Benillup, Benilloba, Planes, Fageca, Agres, Famorca y Quatretondeta.

"La gente que querría teletrabajar no lo puede hacer debido a estas carencias"

Pablo Martínez - Alcalde de la Vall d'Alcalà

A través de este grupo de trabajo, la Administración ha dado traslado a Telefónica de este diagnóstico, con la finalidad de generar un flujo que ofrezca respuesta a las situaciones planteadas. Esto, destacan las fuentes consultadas, permitirá contar con una información unificada y que no haya disparidad entre las diferentes administraciones implicadas sobre los niveles de cobertura, al tiempo que permitirá una comunicación centralizada y la priorización de las líneas de intervención. La información que han aportado los municipios completa la recabada por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, que elabora el mapa de las zonas blancas.

Este foro se constituye como una herramienta útil para los operadores y para la propia Administración, ya que ambos coinciden en que en unos años se va a poder llegar a la totalidad de la población, pero, para ello, resaltan, es necesaria la coordinación. Esta metodología se extenderá también al resto de operadoras. El objetivo común es que la ciudadanía tenga el mayor acceso posible a la sociedad digital.

"Para tener acceso a internet no tenemos otra que instalarnos antenas particulares"

Javier Navarro - Alcalde de Benillup

Los problemas de conexión están teniendo una incidencia muy negativa en las poblaciones que los sufren, especialmente las ubicadas en zonas rurales. Este es el caso de Vall d’Alcalà, cuyo alcalde, Pablo Martínez, destaca que «la fibra óptica no nos llega y tenemos importantes carencias de cobertura telefónica, sobre todo en Beniaia, donde la señal es muy débil». Para el primer edil de este municipio de la Marina Alta, está en juego el futuro de la localidad en un momento especialmente decisivo. Según sus palabras, «aparte de que nos quedamos tirados si pasa algo por la imposibilidad a veces de establecer conexión telefónica, nos encontramos con que ahora, cuando cada vez cobra una mayor importancia el teletrabajo, la gente que estaría interesada en venirse a vivir aquí no lo hace por estas carencias». Martínez atribuye la situación «a los operadores, a los que no les resulta rentable invertir en estos pueblos debido a que somos pocos vecinos. Por ello es necesario que la Generalitat presione a las empresas, porque no estamos hablando de inversiones elevadas».

En parecidos términos se expresa Javier Navarro, alcalde de Benillup, donde sólo cuentan con el servicio de una operadora que hace diez años instaló una antena en el pueblo. «O te suscribes a esta empresa o directamente no tienes cobertura», lamenta el primer edil, que también resalta la ausencia de fibra óptica. «Para acceder a internet y teletrabajar -subraya- tenemos que instalarnos antenas particulares, pero no hay capacidad y la velocidad es lenta. Incluso en el Ayuntamiento hay días en que tenemos muchas dificultades». Eso sucede, como queda dicho, en un momento en que la pandemia del coronavirus ha provocado que la gente se fije en los pueblos como lugares más seguros desde los que trabajar. «La lástima es que no contamos con las infraestructuras necesarias», concluye.

"Tenemos servicio en casi todo el término municipal, pero nos falta la pedanía de Margarida"

Javier Sendra - Alcalde de Planes

En Planes la situación es mejor, debido a que, según señala su alcalde, Javier Sendra, hace poco más de un año se instaló la fibra óptica tanto en el municipio de cabecera como en las pedanías de Benialfaquí y Catamarruc, lo que ha mejorado mucho el servicio. Resta, sin embargo, que la fibra llegue también a Margarida, para lo cual se están realizando gestiones en estos momentos.

Pero el problema no reside tan sólo en los pueblos de menor tamaño. También en municipios de mayor población tienen dificultades, y, además, en las zonas industriales. Este es el caso de Xixona y el polígono del Espartal, donde no llega la fibra óptica. Su alcaldesa, Isabel López, destaca que el Ayuntamiento dedicó parte de los fondos autonómicos destinados a la modernización de los polígonos a habilitar las conducciones necesarias, «pero nos encontramos con que las operadoras no se deciden a instalar la fibra porque les resulta más rentable invertir en los núcleos poblacionales, donde tienen más clientes». López destaca que en este polígono hay empresas tan importantes como la multinacional Procter & Gamble, La Jijonenca, Picó o El Lobo, «y no es de recibo que en pleno siglo XXI tengan que recurrir a antenas para tener conexión con internet». El Consistorio ha mantenido reuniones con la Conselleria de Innovación y empresas comercializadoras, «y ahora estamos esperando a que realicen los estudios pertinentes y nos presenten propuestas. Vamos a ver si de una vez por todas conseguimos solucionar el problema».

Prioridad

Con todo ello, desde el Gobierno autonómico se destaca que el impulso del grupo de trabajo es una prioridad máxima de la Generalitat, sobre el convencimiento de que el acceso a la digitalización ha pasado de ser fundamental a vital. La consellera de Innovación, Carolina Pascual, destaca que en la provincia se tienen identificados una veintena de municipios con problemas, «pero nos consta -indica Pascual- que en zonas y polígonos industriales es donde hay más problemas». Así, añade que trabajar sobre las necesidades de cada municipio permitirá a los ayuntamientos saber los plazos de tiempo en los que su situación quedará resuelta.

"No hay fibra en el polígono porque a los operadores les interesa invertir más en núcleos urbanos"

Isabel López - Alcaldesa de Xixona

Pascual, asimismo, precisa que para 2022 se prevé que la Comunidad Valenciana tenga un 93,9% de hogares conectados con más de 100 megabits por segundo (en la actualidad hay un 75%) lo que la situará en la cuarta posición a nivel estatal. «Pese a que los datos son buenos -enfatiza-, existen muchas desigualdades territoriales que corregir todavía. Aunque la fibra óptica llegue a muchos hogares comparativamente, habrá que preguntarse si llega por igual al tejido industrial y a las zonas más desfavorecidas. Con las limitaciones que nos imponen los marcos regulatorios, que establecen que el despliegue de la banda ancha debe ser realizado por las operadoras, en estos lugares será necesaria la intervención pública para garantizar que nadie se quede atrás».