«No podemos caer en el pesimismo». Es el mensaje que lanzó ayer el rey Felipe VI durante el XXIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar, celebrado por primera vez con un aforo muy reducido en Madrid y de forma telemática como consecuencia de la pandemia bajo el lema «La fuerza de la recuperación».

En su discurso de apertura del encuentro, el monarca apeló a mantener la apuesta por la sostenibilidad, afrontar el riesgo climático, una mayor cohesión social, la igualdad de género, la digitalización y la gobernanza de los grandes asuntos globales pese a que el virus «es un reto histórico para España y para la UE».

A juicio de Felipe VI, que recibió un prolongado aplauso del auditorio, «en estos momento es cuando las instituciones, empresas y familias tienen que demostrar su capacidad para unir fuerzas y hallar soluciones a corto, medio y largo plazo»

«Nunca antes el mundo ha tenido tanto talento y capacidad productiva», sentenció. Hay que alinearla «para salir de este inmenso reto», afirmó. A su vez, destacó las características de las empresas familiares, basadas en «valores firmes, intemporales, como la libertad, la responsabilidad y el humanismo». El rey subrayó la capacidad de las empresas familiares de movilizar recursos y ayudas y su compromiso social. Felipe VI recordó que el covid ha acelerado la digitalización.

El 53% de los empresarios cree que la situación económica no volverá a los niveles del año pasado hasta 2022

Por otro lado, las empresas familiares suspenden la situación económica por primera vez desde 2015. El 53% cree que la situación económica no volverá a los niveles de antes de la crisis hasta 2022 y considera necesarias «reformas estructurales de calado» para hacer frente a la crisis, según los resultados de la encuesta realizada al comienzo del congreso.

El colectivo puntúa la situación económica con 4,1 en una escala de 9, frente a 5,33 de un año atrás. Es el nivel más bajo desde 2013, tras la salida de la anterior crisis financiera, según revela la encuesta que realizan en cada congreso anual.

Casi el 70% de las compañías encuestadas (68%) vaticina un crecimiento frágil de la actividad sin creación de empleo y el 31% prevé «un moderado aumento de la actividad con una limitada creación neta de empleo». Un total de 155 socios del IEF contestó a las preguntas.

La encuesta recoge que solo el 10 % estima que aumentarán sus plantillas, mientras que el 63% mantendrá los mismos niveles de empleo y el 27% lo reducirán. A su vez, un 42% de las empresas esperan igualar el nivel de ventas en 2021, el 27% una reducción y el 31%, un aumento. Entre las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis provocada por el covid destaca el teletrabajo, según el 71% de los encuestados; seguido por los ERTE, con el 56%, y la adaptación de las estructuras productivas, con el 55%.

Marc Puig, presidente del grupo de cosmética del mismo nombre, se estrenó como presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), tras ser elegido en mayo. En su discurso destacó el papel de las empresas familiares como garantes del empleo.

Los asistentes al acto organizado por Aefa para seguir el Congreso. Pilar Cortés

Expectación por el congreso en Alicante

Aefa reúne a cerca de 40 empresarios en El Maestral para seguir las conferencias online

La pandemia de covid impidió que se desplazara hasta Madrid la numerosa delegación de empresarios alicantinos que suele acudir al Congreso Nacional de la Empresa Familiar. No en vano, la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa) es una de las organizaciones territoriales de este tipo más veteranas y con más arraigo del país. Para suplirlo, este año Aefa optó por organizar un acto en el restaurante El Maestral para que sus asociados pudieran seguir juntos las principales intervenciones, una iniciativa que reunió a unas 40 empresarios, entre los que destacaron José Juan Fornés, Gustavo Lubián, Bernardo Guillem, María Jesús Arias, Francisco Gómez, Ángeles Serna o Luis Navarro. La presidenta de Aefa, Maite Antón, fue la única que pudo acudir en persona a Madrid.