CaixaBank registró un beneficio atribuido acumulado de 726 millones de euros hasta septiembre, un 42,6% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar en estos nueve primeros meses una provisión extraordinaria de 1.161 millones por el covid-19. El banco presidido por Jordi Gual realizó una provisión de 1.155 millones en el primer semestre del año, a los que se sumaron otros seis en el tercer trimestre, según datos del banco.

La entidad alcanzó un volumen de negocio (créditos más recursos) hasta septiembre de 646.299 millones (+5,7%), la cifra más alta desde la creación de CaixaBank, tras crecer 34.607 millones en el año (2.668 en el tercer trimestre).

Por otra parte, los ingresos «core» mostraron una reducción del 0,7% y se situaron en los 6.158 millones, y el margen de intereses ascendió a 3.647 millones, un 2% menos respecto al mismo periodo de 2019 por el descenso de los ingresos de los préstamos por una disminución del tipo de interés aplicado, vinculado en parte al aumento de la concesión de créditos ICO, a la reducción de los ingresos procedentes del crédito al consumo y al descenso de la curva de tipos. En este sentido, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, defendió la prórroga de los préstamos ICO y sus periodos de carencia.

CaixaBank alcanzó la cifra más alta de su historia en cuanto a los activos líquidos situándose en 110.729 millones y respecto a la gestión del capital, se situó en el 12,7% y la ratio de morosidad se redujo en el año hasta el 3,5%.