Hace ya algún tiempo que Mercadona suprimió de sus lineales de caja las bolsas de plástico de un solo uso y las sustituyó por otras de material reciclado. Lo que pocos saben es que esas nuevas bolsas están fabricadas en gran parte con el propio plástico que la cadena se encarga de recoger en sus tiendas procedente, por ejemplo, del envoltorio de los palés en los que llega a la mercancía. Es sólo un ejemplo de las prácticas de economía circular que la compañía de Juan Roig quiere implantar en toda su cadena de valor y que ahora acaba de dar un nuevo salto adelante con la denominada «Estrategia 6.25»: un plan con el que la firma de distribución pretende reducir en un 25% el volumen de plásticos que se utiliza en sus establecimientos , conseguir que todos sus envases de este material sean reciclables y reciclar todo el residuo de plástico que se genera. 

Un plan ambicioso con el que Mercadona se suma a la ola verde que inunda el sector empresarial, al calor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, y que ha cobrado nuevo impulso con la pandemia. Como suele hacer la compañía, este cambio empezó a implantarse de forma progresiva el pasado 2 de septiembre, a través de lo que denomina «laboratorios», donde va testando la reacción del público, y ahora acaba de aterrizar en la provincia. El pasado 15 de octubre las nuevas prácticas se incorporaron a la tienda que la cadena tiene en la avenida de Portugal de Santa Pola, y esta misma semana se han adaptado los supermercados de Isla de Corfú, en Alicante, y uno de los dos que tiene en La Nucía. 

Adiós a las bolsas de un solo uso. Se sustituirán las bolsas de plástico por otras compostables o reutilizables, con lo que se ahorrará 3.200 toneladas de este material. Rafa Arjones

El cambio ha supuesto, por ejemplo, sustituir las bolsas de plástico de un solo uso de la sección de frutería por otras compostables -fabricados con materiales vegetales- o, incluso, se ofrece la posibilidad de usar mallas reutilizables. Pero la iniciativa va más allá y ha obligado a implicar a los proveedores de la cadena para que adapten sus envases a la nueva filosofía y supriman todo el plástico que no sea necesario.

Por poner un ejemplo cercano, el fabricante de los dentífricos de la marca Deliplus, el alcoyano Cosmoral, ha suprimido el envoltorio de plástico que rodeaba a los botes de sus colutorios -los denominados «sleevers», en la jerga técnica- por simples etiquetas, un gesto con el que se ahorran 40 toneladas de plástico anuales. 

Eliminar desechables de un uso. La compañía sustituirá los vasos, platos y cubiertos de plástico que vende por otros elaborados con cartón y pulpa de caña de azúcar. Rafa Arjones

Del invernadero al cubo de fregar

La cadena también ha impulsado la incorporación de plástico reciclado en los envases de sus productos de limpieza -como el amoniaco o la lejía, que ya incorporan al menos un 25% de este material-, y ha reducido el gramaje del que utiliza en muchos otros envases. En algunos casos la innovación va aún más allá, como ocurre con los accesorios de limpieza que fabrica el valenciano SP Berner para la cadena, donde la materia prima que se utiliza son las mantas térmicas que se emplean para cubrir los invernaderos, tras el final de su ciclo de vida.

En el caso de los productos frescos, la intención es, directamente, suprimir todo el plástico posible, excepto en aquellas ocasiones en que sea estrictamente necesario por seguridad alimentaria o porque aporte un valor añadido significativo. Por ejemplo, en las bandejas de carne o pescado, donde sirve para mantener la atmósfera protectora en la que se envasan estos productos para prolongar su duración. O cuando el envase sea necesario para aportar información esencial para el consumidor. No obstante, también en estos casos ya se empieza a emplear una parte de materia prima reutilizada. Otra opción ha sido la sustitución del plástico por el cartón, donde ha sido posible, como en los envases de las cápsulas de café de la marca Hacendado.

Para desarrollar esta estrategia, Mercadona ha contado con la colaboración del instituto tecnológico Itene, que ha llevado a cabo una auditoría de todos los envases presentes en los lineales de la cadena. Un trabajo que ha dado como resultado la redacción de la Guía de Envases y Reciclabilidad, que permitirá lograr ese objetivo de reducir en un 25% el uso de plástico. 

Disminuir el plástico en los envases. Los «sleevers» que envuelven todo el producto se cambian por etiquetas y, donde se pueda, se primará el cartón. Raja Arjones

Trabajo de concienciación

Pero, además de todo el trabajo previo y con sus proveedores, la otra parte del proyecto se enfoca a los trabajadores y los propios clientes de la cadena, a los que se quiere involucrar en el proceso. La idea es concienciar y facilitar el reciclado. Para lo primero, se ha introducido nueva cartelería en las tiendas donde ya desarrolla esta estrategia en la que se informa de que se trata de productos con envases de plástico reciclado o del ahorro que suponen para el medio ambiente los productos a granel. Por ejemplo, en el caso de los frescos, las cajas reutilizables que se usan para el transporte y la exposición de frutas y verduras suponen un ahorro que equivale a 230 camiones cargados de plástico, como señala la pancarta que preside la sección en estos establecimientos. 

Para favorecer el reciclaje, se han distribuido por las diferentes secciones papeleras que permiten separar en todo momento los distintos residuos, incluidas las zonas habilitadas para consumir productos dentro de la tienda. Además, se ha incorporado a la entrada una papelera específica para reciclar cápsulas de café, un producto que muchos consumidores no saben dónde desechar. Igualmente, los envases de los productos de marca propia incorporarán pictogramas que indiquen claramente a qué contenedor debe lanzarse cada uno de ellos. Cada tienda ya recicla al día una media de 30 kilos de plástico y 400 de cartón que genera con su actividad, lo que supone 220.000 toneladas al año en toda la cadena.

Favorecer los envases reciclables. La cadena ha colaborado con el instituto tecnológico Itene para elaborar una guía para sus proveedores y facilitarles el cambio. Rafa Arjones

Inversión de 140 millones

En cuanto a las cifras económicas, la cadena no facilita el ahorro que va a suponer en sus cuentas esta estrategia, pero sí la inversión que va a destinar para desarrollarla. Este 2020 serán 40 millones de euros, según los datos proporcionados por la propia compañía, y hasta 2025 están previstos otros 100 millones más. En cualquier caso, no se trata de una estrategia aislada. La cadena lleva años destinando ingentes cantidades para adecuar sus tiendas a su nuevo modelo ecoeficiente, que consume un 40% menos energía.

Reciclar los residuos en tienda. Habrá papeleras para separar productos en todas las secciones y también se recogerán las bolsas de los servicios a domicilio y online. Rafa Arjones

La firma renueva 14 de sus tiendas en la provincia este año

Al mismo tiempo que desarrolla su nueva cruzada contra el plástico, Mercadona continúa con la adecuación de sus supermercados para hacerlos más eficientes energéticamente. Así, en total, este año la cadena reformará nueve de sus tiendas en la provincia (cinco de ellas están en obras actualmente), mientras que construirá cinco nuevas para sustituir a otras tantas que se clausurarán. Mercadona cuenta con 98 tiendas en 42 municipios de la provincia, donde emplea a 5.183 trabajadores. El año pasado la cadena realizó compras por valor de 775 millones de euros a sus proveedores locales, entre los que se encuentran firmas como Carmencita, Valor, Antiu Xixona, Helados Alacant, Aceitunas Cazorla, Korott o Cosmoral, entre otros.

Informar de cómo separar en casa. Todos los envases de marca propia dejarán claro mediante pictogramas el contenedor al que deben ir y se repartirán imanes explicativos. Rafa Arjones