El Banco Sabadell mejoró este jueves ligeramente su oferta para el recorte de personal que quiere llevar a cabo en el primer trimestre del próximo año, pero no logró convencer a los sindicatos, que consideran que las condiciones aún están lejos de los últimos acuerdos a que se ha llegado en el sector. En concreto, la entidad presidida por Josep Oliu y con domicilio social en Alicante planteó elevar del 70% al 72% el porcentaje del salario anual asignado que recibirán los trabajadores que se acojan a las prejubilaciones, e incrementó de 250.000 a 270.000 el tope máximo por empleado. Además, en el caso de las bajas incentivadas para los menores de 56 años, aumentaron de 12 a 18 meses la indemnización máxima.

Unas cifras que los principales sindicatos con representación en la entidad estiman demasiado bajas para resultar atractivas para los trabajadores, ya que la entidad insiste en que quiere que todas las salidas sean voluntarias. Así, tanto la central mayoritaria, CC OO, como UGT exigen que los prejubilados reciban el 80% de su salario asignado, un concepto que incluye el sueldo bruto y los complementos personales, pero no la retribución variable, y reclaman, además, que el convenio que se firma con la Seguridad Social para abonar las cotizaciones de los afectados se extienda como mínimo hasta los 64 años o hasta la edad en que sea posible jubilarse con el 100% de la pensión. Una exigencia que pretende proteger a quienes se acojan al proceso de los posibles cambios legislativos en el sistema de pensiones, ya que el Gobierno quiere introducir medidas para retrasar la edad real de jubilación para acercarla más a la legal.

Garantías para los que quedan

Además, los sindicatos reclamaron al banco información de los planes de digitalización de la entidad, ya que uno de los principales temores que tiene la plantilla es saber quién asumirá el trabajo de las personas que se marchan. Especialmente en zonas como Alicante, donde se prevé un ajuste significativo, especialmente en la red de oficinas, a pesar de que es una de las zonas donde tienen un mayor volumen de clientes por sucursal.

En concreto, según las propias cifras facilitadas por la dirección del banco al comité de empresa, el Sabadell prevé un máximo de 354 salidas en la provincia, de los que 203 serían administrativos y 70 comerciales ligados a la red de oficinas, y otros 81 saldrían de los territoriales y los centros corporativos de la entidad. En el conjunto del país el Sabadell quiere suprimir 1.800 empleos con el objetivo de ahorrar 115 millones de euros en costes anuales.