La farmacéutica alicantina ASAC Pharma cerró el pasado ejercicio con una facturación de 38,9 millones de euros, un 1,17% menos, tras sufrir roturas de stock en varios de sus productos debido a los cambios normativos y al retraso que sufrió a la hora de certificar su nueva fábrica de vacunas. Un descenso que también se trasladó a los beneficios, que se situaron en 1,5 millones frente a los 1,8 del año anterior, de acuerdo con las cuentas consolidadas que el grupo ha depositado en el Registro Mercantil.

Unos descensos que, en cualquier caso, no preocupan a los responsables de la farmacéutica, que prevén mantener su facturación este año a pesar de las consecuencias del covid, y confían en volver a la senda del crecimiento a partir de 2021, según afirmó ayer el director general de la firma, Eliseo Aller. Un crecimiento que la firma confía en que llegue, precisamente, a través de esta nueva fábrica que permite la elaboración de vacunas individualizadas contra la alergia, una de las líneas de inmunoterapia más avanzadas que existen.

Para poner en marcha sus nuevas instalaciones, la compañía se vio obligada a suspender la producción de las vacunas que ya elaboraba en 2017, para poder acometer los trabajos. La firma previó un stock para poder abastecer durante todo ese tiempo a sus clientes, pero los retrasos de la administración a la hora de certificar las nuevas instalaciones provocaron que el proceso se dilatara más de lo calculado, lo que llevó a que se produjera una rotura de stock el año pasado, que afectó especialmente a su negocio en México, uno de sus grandes mercados internacionales.

No fue la única. La firma también sufrió un problema similar con varios de sus proveedores debido a la aplicación de la nueva normativa para evitar la falsificación de medicamentos -que obliga a serializar las cajas para que puedan ser seguidas en cualquier parte del mundo- lo que también afectó a sus cifras del pasado ejercicio, según Aller.

El ejecutivo da por superados estos tropiezos y señala que, además del incremento esperado en la línea respiratoria, gracias a las vacunas, con las que confía en ingresar alrededor de ocho millones anuales a partir de 2022, también apuestan por el desarrollo de nuevos mercados en el exterior. Así, si hasta ahora sus esfuerzos se habían centrado en Sudamérica, con México y Brasil como grandes bastiones, ahora la firma ve su mejor oportunidad en Asia, donde ya está obteniendo crecimientos significativos. En concreto, la firma ya está presente en China, Corea, Malasia y Vietnam, y empieza a realizar sus primeros pinitos también en Japón.

También Europa y África

Otro mercado donde quiere incidir la farmacéutica en los próximos años es en Escandinavia, para lo que está buscando una alianza que facilite su implantación. Además, prevé crecer en el norte de África desde las instalaciones que tiene en Marruecos. En la actualidad, hasta el 68% de la facturación de la compañía ya procede del extranjero. Asac dispone de tres líneas de actuación. Una centrada en medicamentos para dolencias osteomusculares, como la artritis y la artrosis; otra de dermatología, y una tercera de tratamientos respiratorios, donde se incluyen las vacunas.