La fusión de BBVA y Sabadell provocará que existan duplicidades en casi un tercio de su red, de acuerdo con los cálculos realizados estos días por distintos analistas. Así, Barclays cifraba ayer en 1.232 el número de sucursales que se solaparán si fructifica la operación , una cantidad que la consultora Bain & Company elevaba hasta las 1.250. En cualquier caso, alrededor de un 30% de las 4.200 oficinas que suman ambas entidades actualmente.

Un solapamiento que será especialmente intenso, como es lógico, en aquellas comunidades donde la entidad presidida por Josep Oliu tiene ahora una mayor presencia. Así, Analistas Financieros Internacionales (AFI) apuntaba en una nota para inversores difundida ayer que Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia serán las autonomías donde se produzca un mayor aumento de la concentración en el sector financiero como consecuencia de esta integración.

Unas estimaciones con las que también coincidía la responsable de CC OO en el banco vasco, Isabel Gil. «En el caso de Cataluña, hay que recordar que es la comunidad de origen del Sabadell y que BBVA absorbió en su día a Catalunya Caixa, y en la Comunidad Valenciana y Murcia fue el Sabadell el que heredó la red de la CAM», apuntó la representante sindical, que señaló que las antiguas cajas tenían una implantación en el territorio mucho más intensa que los bancos.

Así, por ejemplo, la entidad resultante de la fusión sumará hasta 1.085 sucursales en Cataluña, y más de 500 en la Comunidad Valenciana, lo que señala a estos territorios como candidatos a sufrir los mayores ajustes.

En el caso de la provincia de Alicante, la unión de BBVA y Sabadell dispondrá de 257 oficinas, según la información obtenida de las propias entidades, lo que supone aproximadamente un tercio de las 810 existentes. Con esta cifra, la entidad se consolidará en el primer puesto del ranking provincial, bastante por encima del resultante de la unión entre Caixabank y Bankia (207 sucursales), y muy alejada del Santander (95, de las que 18 están cerradas temporalmente desde el confinamiento), Cajamar (81 oficinas y agencias) o Caja Rural Central, que dispone de 50. La diferencia es aún mayor en términos de personal, ya que Sabadell y BBVA alcanzan los 2.638 trabajadores en la provincia, frente a los 1.141 de la fusión entre CaixaBank y Bankia. En el conjunto de España, la nueva entidad dispondrá de una plantilla de más de 46.000 personas, de los que más de 6.000 superan los 55 años, según CC OO, es decir, podrían ser prejubilados.

Al respecto, no hay que perder de vista que precisamente el principal objetivo de las fusiones bancarias es el ahorro de costes que se consigue con estos cierres. Así, para los analistas de AFI, se trata de una operación que «tiene toda la lógica en un contexto de rentabilidad bancaria exigua, y con perspectivas de larga duración de dicho contexto, en el cual la única estrategia posible es la de reducción de capacidad y mejora de la eficiencia por la vía de reducción de costes». Como ya señaló este diario, un informe del Santander cifra en unos 900 millones anuales las sinergias que se conseguirán, aunque entidades como JP Morgan las elevan hasta los 1.600 millones de euros.

En cualquier caso, los que no quisieron dar más detalles ayer fueron los directivos de BBVA y Sabadell. «En estos momentos sólo podemos decir que estamos en el inicio de las conversaciones, no hay decisiones tomadas, está abierta la due diligence y en las próximas semanas sabremos un poco cuál es el resultado», se limitó a apuntar el consejero delegado de este último, Jaume Guardiola. Lo único que trascendió es que está previsto que los consejos de administración de ambas entidades estudiarán la operación a mediados de diciembre.

Los sindicatos aplazan la negociación con el Sabadell

La dirección del Sabadell y los sindicatos acordaron ayer suspender durante aproximadamente una semana la negociación que mantenían para el ajuste de 1.800 trabajadores que el banco con sede en Alicante quiere aplicar a la plantilla. Una decisión que solicitaron centrales como CC OO -la mayoritaria en la entidad- o la federación Sicam-Aprobas ante «la nueva situación» que se ha producido al anunciarse las conversaciones para una posible fusión con el BBVA. «Queremos reflexionar y tener más datos de lo que supondrá la operación. No nos negamos a este ajuste, siempre que sea voluntario, pero queremos analizar la situación», señalaban desde CC OO. «Está claro que la posible fusión cambia las cosas y habrá que estudiarlo. Además, las condiciones que ofrecía el Sabadell nos parecían demasiado bajas», apuntaron, por su parte, desde Sicam- Aprobas. Unas apreciaciones que no parece compartir UGT, que se muestra favorable a cerrar este ajuste, con independencia de las nuevas negociaciones que con toda probabilidad deberán ponerse en marcha, si se concreta definitivamente la fusión. En cualquier caso, todos los representantes sindicales incidieron ayer en reclamar que cualquier ajuste de plantilla que deba realizarse como consecuencia de la integración con el BBVA se haga en base a medidas «voluntarias», y que se garanticen también las condiciones laborales de los trabajadores que se queden en sus puestos. En lo que no quiso entrar ninguna de las centrales es en estimar qué excedente de plantilla puede conllevar esta operación.

Nueva subida en Bolsa

Por otra parte, el Sabadell continuó ayer con su escalada en la Bolsa, ante la posibilidad de que el BBVA pague una prima importante por hacerse con el control de la entidad. Así, los títulos del banco con sede en Alicante subieron otro 6,75%, tras el 25% que ya anotaron en la jornada anterior. Eso sí, BBVA bajó un 4,4%.

Los empresarios alicantinos discrepan al valorar la operación

La Cámara cree que se pierde la cercanía con la entidad y la CEV resalta el refuerzo de la solvencia

El inicio de las negociaciones de BBVA y Banco Sabadell para alcanzar un acuerdo de fusión no ha pillado por sorpresa a los empresarios alicantinos. El proceso iniciado por CaixaBank y Bankia, ya señalaban al banco presidido por Oliu como coprotagonista de la siguiente alianza en el sector financiero, aunque se desconocía el nombre final de la entidad a la que se uniría. Despejada la incógnita, en el ámbito empresarial provincial se lanzan dos valoraciones diferentes sobre la fusión. Desde la Cámara de Comercio de Alicante, su presidente, Juan Riera, destaca que «es una mala noticia para la provincia», donde el Sabadell tiene su sede social, por lo que Alicante perdería el posicionamiento de plaza financiera, y también para las pymes. «Además de que desaparecería la cercanía de los empresarios con los responsables de tomar las decisiones en el futuro banco» , subraya Riera. El presidente de la CEV en Alicante, Perfecto Palacio, sin dejar de lamentar que se pueda perder la sede social, argumenta que la operación está en línea con las recomendaciones del BCE y que la nueva entidad pasaría a ser la segunda en España. Y, más aún, Perfecto Palacio señala que, «con las sinergias de la fusión, se ganará en solvencia, rentabilidad y mayores niveles de eficiencia y valor en los servicios a empresas y particulares». Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, espera que la operación no suponga «una reducción importante de las prestaciones que hay en la Comunidad en estos momentos ni de los puestos de trabajo».