Mucho antes de la llegada de la pandemia y de la merma de recursos que han supuesto los ERTE para muchos trabajadores, la provincia ya arrastraba un importante problema por el escaso nivel de renta que presentan amplias capas de población. Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, hasta el 43% de los asalariados alicantinos declararon el año pasado unos ingresos anuales que no llegaron ni siquiera a los 12.600 euros en que se fijó el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tras la subida del 22% que aprobó el Gobierno. Una cifra hasta seis puntos superior a los que sufren este mismo problema en el conjunto del país y hasta 14 puntos por encima del nivel de comunidades como Madrid, y que tiene mucho que ver con la estructura productiva de la zona.

En concreto, según la Estadística de Mercado de Trabajo y Pensiones en las fuentes tributarias, que elabora la Aeat con las retenciones que aplican las empresas sobre las nóminas de sus trabajadores, en 2019 los ingresos medios de los asalariados alicantinos se situaron en 17.139 euros, una cantidad que supone un notable aumento del 4% sobre el ejercicio anterior -sobre todo, por el citado aumento del SMI- pero que se mantiene casi un 17% por debajo del dato nacional, que alcanzó los 20.566 euros. O, en otras palabras, un trabajador tipo de la provincia ganó 3.427 euros menos que sus colegas del resto del país, una brecha que, además, apenas ha variado en los últimos años.

Pero lo que más llama la atención es la enorme cantidad de asalariados que a lo largo del año no lograron reunir ni el equivalente al SMI. Así, si en total hasta 728.962 alicantinos declararon algún tipo de ingreso por trabajar por cuenta ajena, más de 316.000 se encontraban en esta situación, el 43,3% del total, frente al 36% de la media española o el 29% que registra Madrid.

Esto no significa que sus empleadores les pagaran menos de lo legal, sino que, en su mayoría, solo pudieron trabajar unos meses a lo largo del año o que están contratados a tiempo parcial, una situación que generalmente es involuntaria, además de la economía sumergida. «Estos datos simplemente reflejan el mayor peso que tienen en Alicante sectores estacionales como el turismo y la hostelería, lo que provoca que haya un colectivo muy importante de personas que no trabaja todo el año. Además, suelen ser sectores con un nivel salarial bajo», apunta el investigador del Ivie Lorenzo Serrano. En este sentido, el experto también señala que incluso el tipo de industria que se da mayoritariamente en la provincia suele estar más vinculada a sectores tradicionales, con un peso más reducido del componente tecnológico que en otras zonas. «En Alicante no hay una Ford, como en Valencia, ni una petroquímica, como en Castellón», apunta Serrano.

Demasiado pequeñas

En línea con lo anterior, el experto del Ivie destaca que la diferencia salarial a la baja se reproduce en casi todos los sectores, cuando se analizan por separado. Por ejemplo, en el caso del comercio el sueldo medio en Alicante es de 15.966 euros frente a 19.196 en el conjunto del país, y en la industria la diferencia es de 17.353 euros frente a 24.752. «La explicación habría que buscarla en el diferente tamaño de las empresas, ya que la productividad de las pymes suele ser inferior, lo que se traduce en sueldos más bajos», recuerda el especialista.

Sindicatos y patronal coinciden en este mismo análisis sobre las causas de la menor renta de la provincia, pero los primeros temen que la situación empeore aún más con la actual crisis, a la vista de lo que ocurrió en la anterior. «La pandemia es una situación coyuntural, muy distinta de la que se dio en 2008, y no podemos permitir que se aproveche para debilitar las condiciones laborales», asegura la secretaria general de CC OO en l’Alacantí i les Marines, Consuelo Navarro. «Sabemos que las empresas lo están pasando mal, pero sería un error ir hacia un recorte de salarios. El empleo y los sueldos son clave para impulsar el consumo», advierte también su homóloga en UGT, Yaissel Sánchez. Por su parte, el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio, insiste en que la diferencia se debe a la estacionalidad y el empleo a tiempo parcial, por lo que aboga por avanzar en el cambio de modelo productivo que, «partiendo de las bases actuales, eleve los niveles de productividad, gracias a la innovación y la digitalización, y genere modelos de negocio con menos estacionalidad».

ADIÓS A LAS RETRIBUCIONES VARIABLES ESTE AÑO


Son muchas las dudas sobre el impacto que la pandemia tendrá en los salarios. El director de Adecco en la Comunidad, Víctor Tatay, no cree que se produzcan descuelgues generalizados de convenio aunque sí apunta que la mayoría de empresas tenderán a congelarlos. En cualquier caso, quienes sí notarán el recorte son los trabajadores con una parte de su salario variable. Según Tatay, el recorte en este concepto será de entre el 30% y el 60%.