Salir de la crisis no va a ser fácil ni rápido. Y aunque la llegada de hasta 200.000 millones de euros en fondos europeos en los próximos siete años puede ser la medicina que necesita la economía española para recuperarse, su gestión va a requerir de un «esfuerzo enorme de planificación» para evitar que el dinero se quede por el camino y beneficie a quien realmente lo necesita. Una tarea aún más complicada si los partidos políticos anteponen la «ideología» frente al «consenso» que sería necesario en una situación como la actual.

Así de contundente se expresó ayer la exvicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) Emma Navarro, que fue la ponente de la nueva edición del Foro + Europa, que organizan INFORMACIÓN y Casa Mediterráneo, con la colaboración de la Cámara de Comercio de Alicante, la Generalitat Valenciana, la Euipo (Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea), y la Universidad Miguel Hernández de Elche. Un evento moderado por el director del Club INFORMACIÓN, Toni Cabot, y al que asistieron de forma presencial -el acto también pudo seguirse a través de internet- el vicerrector de Estudiantes y Coordinación de la UMH, José Juan López Espín; la directora de Grupo Suez España, Asunción Martínez; el CEO de Vectalia y vicepresidente de la Cámara de Comercio, Antonio Arias; además del director general de contenidos de INFORMACIÓN, Juan Ramón Gil; el director del periódico, Tomás Mayoral; y el director de Información TV, Adrián Ivorra.

Tras la introducción realizada por la vicerrectora de Transferencia e Intercambio del Conocimiento de la UMH, María José López Sánchez, que destacó el paso de la ponente por la secretaría general del Tesoro o la presidencia del ICO, entre otros muchos cargos de relevancia, Navarro realizó un diagnóstico del impacto que ha tenido la pandemia en la economía mundial y, muy especialmente en la europea, donde España, como recordó, será el país que registre la mayor caída del PIB, con más de un 12% de retroceso.

La también exconsejera del Banco de España señaló que, aunque las noticias sobre el avance de las vacunas frente al covid-19 ha provocado «brotes de optimismo», recordó que aún existe incertidumbre sobre su despliegue y que, por mucho que se hable de que es una situación coyuntural, «dejará un impacto duradero en el empleo y en la economía». No en vano, señaló que las previsiones que manejan distintos organismos internacionales apuntan a que, en el caso concreto de España, no se recuperará el nivel de renta previo a esta crisis hasta 2023, y si se hacen bien las cosas.

Un momento del Foro + Europa celebrado ayer en el Club INFORMACIÓN. Héctor Fuentes

Los grandes retos

La exvicepresidenta del BEI detalló lo que, a su juicio, son los grandes retos que deja la pandemia, desde el punto de vista económico. El primero se deriva de la complejidad de gestionar una crisis que es «asimétrica, ya que no ha afectado a todos los países europeos por igual» y, en general, ha impactado más en aquellos con mayor peso de sectores como el turismo y la hostelería, o donde hay más presencia de pymes, «que son más vulnerables». Una situación que, además, ha puesto de manifiesto la diferente capacidad de respuesta de cada país a la hora de ayudar a su tejido productivo. En suma, una diversidad que complica la gestión de una política monetaria común en Europa.

Pero, además, Emma Navarro recordó que la crisis ha golpeado más duramente en los sectores de población «con menor renta, como los jóvenes y las mujeres, lo que tiene como consecuencia un aumento de la desigualdad y de la falta de cohesión interna de los países». Por eso, a su juicio, uno de los grandes retos debe ser evitar que queden descolgados. En la misma línea, la experta aseguró que el covid ha comportado también cambios permanente importantes en la estructura económica, como el impulso de la digitalización, que también obligará a «afinar» las políticas activas de empleo para «apoyar la reconversión de los trabajadores afectados».

Junto a los anteriores, la exsecretaria del Tesoro apuntó el desafío que ha supuesto la respuesta a la pandemia para las cuentas públicas, que ha llevado el déficit público hasta el 8,8% de media en Europa y ha elevado en 15 puntos la deuda pública, especialmente preocupante en países como Grecia, donde se prevé que alcance el 212%, Italia (160%), Portugal (135%) o España, donde llegará al 120%. Una situación que ahora resulta llevadera, por la compra masiva de deuda del BCE y los bajos tipos de interés, pero que será un auténtico problema cuando esta situación se acabe y haya que hacer frente a la pandemia.

Antonio Arias, Toni Cabot, Emma Navarro y Juan Ramón Gil. héctor fuentes

Riesgo para la banca

Por último, Navarro destacó el riesgo de que la crisis se acabe trasladando a la banca, lo que griparía el motor económico. Aunque recalcó que la situación de las entidades es mucho mejor que en 2008, también recordó que si la situación acaba ocasionando la quiebra de un buen número de empresas, esto llevaría a que los bancos también tuvieran problemas y dejaran de bombear financiación.

Frente a todo lo anterior, la experta destacó que «la respuesta de Europa ha sido contundente», primero a través del BCE, y luego con la creación del fondo de recuperación que, según apuntó, para muchos países supondrá una inyección mayor que la del Plan Marshall, con un total de 750.000 millones. Un fondo que confió en que pronto supere el actual veto de Polonia y Hungría. España recibirá 140.000 que, sumados a los previstos en los presupuestos comunitarios, supondrá que el país, supondrán más de 200.000 millones en los próximos siete años. Una gran oportunidad, según la exvicepresidenta del BEI, si se sabe aprovechar.

Al respecto, Navarro recordó que «existen dudas» sobre la capacidad de España para ejecutar semejante cantidad de dinero, ya que, hasta ahora, el país se ha situado a la cola en «absorción de fondos». «Se va a tener que realizar un esfuerzo enorme de planificación», insistió la experta, que recordó que ya hay planes para transferir parte de los fondos a las comunidades autónomas, pero que también deben preverse programas para que el dinero llegue hasta las pymes «y no se quede solo en las grandes empresas».

«Un esfuerzo colectivo que requerirá de consensos alejados de posiciones ideológicas», que ahora no se dan en la política española, como lamentó en varias ocasiones la alicantina, que apeló a la responsabilidad de todos.

Asunción Martínez y Mercedes Ortiz. héctor fuentes

Sin subidas para pensionistas ni funcionarios

La exvicepresidenta del BEI Emma Navarro, aseguró ayer que, a pesar de que buena parte de las ayudas europeas serán no reembolsables, no supondrán «un cheque en blanco» para los estados, que deberán presentar un plan de recuperación, con unos objetivos y unos programas concretos para ejecutarlos. Unos programas que deberán recibir el visto bueno de la Comisión Europea y la mayoría de los países de la UE, lo que significa que habrá que realizar reformas y que, aunque a corto plazo se mantengan los planes de estímulo, «en algún momento tendremos que acometer un esfuerzo para garantizar la sostenibilidad fiscal». Así, se mostró partidaria de elaborar un «plan» que «daría confianza a los inversores». Preguntada por el moderador, Toni Cabot, si esto supone que habrá que recortar pensiones y sueldos de la Administración, la experta no quiso ir tan lejos, aunque sí dejó claro que, en la actual situación «no tiene sentido que dos colectivos como los funcionarios y los pensionistas, que el año pasado ya incrementaron sus ingresos por encima de la inflación, vuelva a incrementarlos también este año por encima del IPC». Y no sólo «por el impacto económico y por el incremento de gasto estructural que suponen estas partidas , sino porque estamos en un momento en que no podemos dar este tipo de medidas al resto de la sociedad, cuando al mismo tiempo se están incrementando los impuestos».

Apoyo al turismo

Por otro lado, Emma Navarro se mostró partidaria de seguir e ir más allá con las ayudas a los sectores más afectados por el impacto de la crisis, como el turismo, para preservar el máximo posible de tejido productivo. Así, consideró muy positivo el aumento de los plazos de carencia en los créditos ICO y pidió que se prorroguen de nuevo los ERTE, más allá de enero, y se den nuevas medidas de apoyo especialmente a las pymes. Navarro también instó a utilizar los fondos europeos para elevar el grado de digitalización de las empresas y, especialmente, las del sector servicios que, según apuntó, en España y Europa están algo «rezagadas» con respecto a las de otras zonas.