El decano del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues, presentó este miércoles una batería de propuestas fiscales, laborales y en el ámbito de las insolvencias que podrían ser de utilidad para «incentivar y apoyar la actividad económica en un contexto de pandemia». A su juicio, «la moratoria concursal es tan solo una medida paliativa» que podrá servir para «taponar momentáneamente la herida, pero no para curarla», y consideró que «sería muy importante trasponer urgentemente la Directiva de Insolvencia a nuestro ordenamiento jurídico, adoptando medidas en las etapas previas a la declaración de concurso que permitan a las empresas reestructurar sus deudas y optimizar sus recursos para recuperar la viabilidad» .

En lo relativo al ámbito laboral, los economistas proponen «crear un canal para profesionales a través del cual solventar las posibles incidencias con el Sepe derivadas de los ERTE». Con respecto al Programa Next Generation EU - programa europeo dotado con 750.000 millones de euros para que los Estados miembros puedan hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia- desde la entidad entienden que «sería necesario crear una oficina específica para pymes con objeto de que puedan adherirse a los proyectos tractores de las grandes empresas», e incrementar así su actividad.

Con tal de fomentar la actividad empresarial, los colegiados defienden también que «sería conveniente primar desde el punto de vista fiscal a quienes invierten en pequeñas y medianas empresas, especialmente startups, al objeto de favorecer sus procesos de salida a los mercados alternativos de capitales para que puedan así diversificar sus fuentes de financiación».

Desde el órgano colegiado consideran, asimismo, que, en la actual situación, resulta fundamental poner en valor las auditorías de cuentas puesto que, además de dar mayores garantías a los destinatarios de la información financiera, como accionistas, trabajadores o entidades bancarias, facilitan la obtención de financiación y podrán ser de ayuda para las empresas a la hora de optar a las subvenciones europeas.

Menargues valoró que, «independientemente de que se lleve a cabo una profunda reforma fiscal, una vez superada esta crítica situación sanitaria y comience a repuntar la actividad económica, ahora mismo es preciso tomar medidas que impidan que una situación excepcional e imprevisible, como es esta crisis, provoque la devolución o impida el disfrute de incentivos fiscales de empresas que, en circunstancias normales, se habrían producido sin problemas».