En plena segunda ola de la crisis del covid-19, las actividades más vinculadas al turismo y la hostelería, las más castigadas por el impacto de la pandemia y de las restricciones derivadas de la misma, siguen arrojando cifras de empleo muy negativas en Alicante, una provincia eminentemente turística. Así lo reflejan los datos oficiales del paro publicados hoy. Alicante cierra el mes de noviembre con un total de 184.618 personas sin trabajo, que representan 3.083 más que en octubre. Una cifra que convierte a la provincia como la única de la Comunidad donde aumenta el desempleo, ya que en Valencia baja en 2.232 personas y en Castellón en 711.

La variación al alza de Alicante se debe, precisamente, a que el paro aumenta en el sector servicios, que engloba, entre otros, a los negocios más vinculados al sector turístico. El pasado mes, el número de parados alicantinos en la actividad de los servicios crece en 2.723 personas. También aumenta en 233 en la construcción y en 122 en el colectivo que demanda su primer puesto de trabajo, además de en 115 personas en la agricultura. De hecho, el único sector que alivia su bolsa de paro es el de la industria, que registra 110 desempleados menos.

No obstante, al aumento del paro en la provincia también hay que sumar a los trabajadores que están afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que tienen suspendido su empleo temporalmente, aunque siguen siendo cotizantes a la Seguridad Social. Así, al último día de noviembre, la provincia registraba 5.681 empresas que habían solicitado un ERTE y 22.367 afectados por estos expedientes. Unas cifras que suponen 459 compañías menosy 1.085 nuevos despidos temporales con respecto a octubre. Aunque estos datos se alejan del aluvión de este tipo de procesos presentados en la primera ola del covid, que llegaron hasta los más de 120.000 empleados afectados, sí muestra una tendencia al alza en esta segunda ola, motivada, fundamentalmente, por las restricciones a las actividades del ocio nocturno y a la hostelería.

Con este escenario, el pasado mes las empresas alicantinas solo realizaron 41.057 contrataciones, que representaron 2.720 menos que en octubre y 10.573 menos que hace un año.

Nada que ver estos descensos con el aumento del empleo que venía registrándose en los últimos años en noviembre, en que la contratación se dinamizaba en el comercio en las fechas del Black Friday, que se celebra a fin de mes, y que servía ya para prolongar los contratos temporales hasta las festividades navideñas, otra época importante para el sector comercial.

Otro indicador del deterioro del mercado laboral alicantino por el impacto del covid lo refleja la afiliación a la Seguridad Social, que cierra noviembre con 649.373 cotizantes. Una cifra que supone un descenso en 358 inscritos al sistema y 17.696 con respecto a hace un año.