La empresa alicantina de alquiler de vehículos Goldcar, con sede central en Sant Joan d’Alacant y adquirida en 2017 por la francesa Europcar, que mantiene la marca, ha anunciado a los representantes de los trabajadores la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para el 33% de su plantilla, es decir, unos 250 trabajadores en España. La afección en el caso de Alicante, donde tiene la mayor infraestructura y el mayor volumen de personal, supone, en principio, la salida de 108 trabajadores, de un total de 280 empleados, y el cierre de tres de sus cinco oficinas en la provincia, según informaron ayer fuentes del comité de empresa. La clausura de sedes y la externalización de servicios también se realizará en otros puntos de España, aunque no con la misma incidencia que en la provincia.

En Alicante, Goldcar cuenta en estos momentos con oficinas en Dénia, en Alicante (en las cercanías de la estación ferroviaria) y la base de servicios en el aeropuerto, formada por un centro para las gestiones del alquiler de coches y la zona donde se recogen y se realiza todo el mantenimiento de los vehículos, donde trabajan 47 personas. Según fuentes del comité de empresa, este es, precisamente, uno de los servicios que la compañía quiere externalizar. Además, la quinta sede es la oficina central, ubicada en Sant Joan d’Alacant, donde opera el grueso del personal en la provincia.

El plan de ajuste laboral lo comunicó la empresa a los representantes sindicales a mediados del pasado mes de noviembre y ya se ha iniciado el periodo de negociaciones, motivo por el cual fuentes de Europcar declinaron ayer hacer cualquier tipo de declaración al encontrarse las dos partes en medio del proceso negociador.

Crisis del rent-a-car

El sector del rent-a-car ha sido, dentro de la actividad turística, uno a los que también le ha pasado factura el impacto del covid y las limitaciones de la movilidad, las restricciones y el cierre de fronteras que han implantando los principales países europeos. Unas circunstancias todas ellas que, más allá de los propios efectos de la pandemia, han reducido drásticamente la llegada de clientes a España y la Costa Blanca.

Aun reconociendo los duros efectos de la crisis sanitaria en el sector, desde el comité de empresa de Goldcar consideran que «se ha aprovechado la pandemia para acometer una reestructuración y se pretende cerrar la mitad de sus oficinas en Alicante y la de la estación del AVE de València», asegura el sindicato CC OO. A nivel general, la organización sindical incide en que la compañía pretende clausurar 14 oficinas y la externalización de nueve de sus centros de trabajo.

En la actual situación económica, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CC OO-PV es consciente de cómo la crisis ha afectado al sector, si bien en vez de despidos a través de un ERE apoya llegar a un acuerdo para un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), como fórmula para afrontar la crisis debido a la falta de turistas. De hecho, durante la fase crítica de la crisis se presentó un ERTE para una parte de los servicios.

Goldcar inicio su andadura como empresa familiar en Alicante en el año 1985 de manos de los hermanos Alcaraz, después fue adquiriendo gran relevancia en el sector, con su implantación a nivel internacional. Tras la entrada de distintos fondos en el accionariado, al final, en 2017 fue adquirida por la francesa Europcar.