Un 55% de los consumidores de juguetes por internet ha reconocido haber comprado artículos falsificados sin saberlo. Así se pone de manifiesto en un estudio realizado por Smart Protection, socio tecnológico del Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio (Aiju), con motivo de un encuentro celebrado sobre este problema. Los cibercriminales están produciendo y distribuyendo copias ilegales de los juguetes y juegos de mesa más buscados, aprovechando el aumento de las ventas online registrado a raíz de la crisis del covid y los confinamientos. Los expertos alertan del riesgo que supone para la salud de los niños.

En un contexto donde los hogares han transformado la forma de realizar las compras y ha aumentado el uso del comercio electrónico en marketplaces, redes sociales, páginas web y apps, contar con herramientas para detectar y combatir la lacra que suponen las falsificaciones en el sector de los productos infantiles es fundamental para revertir esa tendencia global. Esta ha sido una de las principales conclusiones del encuentro online celebrado esta semana bajo la organización de la empresa de asesoramiento integral de propiedad industrial e intelectual, Pons IP, junto a Aiju y Smart Protection.

Mari Cruz Arenas, responsable de proyectos de seguridad infantil de Aiju, resalta que la pandemia de coronavirus ha propiciado crecimientos del 30% en las ventas online, «con un impacto notable en el sector del juguete como uno de los objetos de compra más relevantes».

El mercado global de juguetes generó 81.000 millones de euros en 2018 y se prevé que alcance los 100.000 millones en 2023. Sin embargo, la disponibilidad de juguetes falsificados vía online continúa amenazando la confianza del consumidor, así como la propia reputación de las marcas. Según los datos presentados durante el encuentro, hasta el 58% de la oferta ilegal llega ya a los consumidores por las redes sociales y el 38% por marketplaces.

«El sector de los productos infantiles es especialmente sensible al crecimiento exponencial de las falsificaciones en internet», subraya Mariano Galán, de Smart Protection. «Más allá de la decepción de un consumidor al recibir el producto e identificar que no es original, está la amenaza de que ese juguete pueda suponer un riesgo para el menor. En ambos casos, provoca un daño reputacional para las marcas legítimas, que es aún superior al de otros sectores orientados al uso por parte de los adultos», indica.

Así, según los datos que revela el estudio realizado por la citada firma, una mayoría de los encuestados españoles, hasta un 55%, han reconocido haber comprado online un juego de mesa o un juguete falsificado sin saberlo. En este sentido, menos de la mitad de los encuestados, el 46,61%, afirma poder diferenciar un artículo falsificado online del original, mientras que otro 48,67% no está seguro de poder hacerlo.

La directora de marcas de Pons IP, Carmen González, destaca que, con una previsión de crecimiento del comercio electrónico a nivel mundial del 40% hasta 2023, hay que contar con herramientas de detección de falsificaciones y una estrategia jurídica.

La competencia desleal causa pérdidas de 70 millones al sector en la provincia

Los fabricantes exigen un endurecimiento de las sanciones y más controles para acabar con esta lacra

La competencia desleal o, lo que es lo mismo, las falsificaciones, causan pérdidas cercanas a los 70 millones de euros anuales a las empresas de la provincia de Alicante, de ahí que el sector reclame más controles y un incremento de las sanciones para combatir esta lacra.

Un estudio realizado por la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), advierte de que las falsificaciones de juguetes reducen cada año un 12% la facturación del sector en la Unión Europea, causando pérdidas de 1.400 millones de euros. El porcentaje se eleva hasta el 16% en el caso del sector nacional, provocando 167 millones de pérdidas, 70 en el caso de la provincia.

Con estas cifras sobre la mesa, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) exige más controles y un endurecimiento de las sanciones. Según el presidente de la organización, José Antonio Pastor, «cuando más legislación hay sobre el juguete, más competencia desleal se produce, ya que no hay ningún control por parte de las autoridades sobre el tema. Por eso, lo que exigimos simplemente es que se hagan cumplir las normativas, porque este problema nos está matando».