Ocho meses después del inicio de la pandemia, los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) siguen teniendo un protagonismo crucial en el mercado de trabajo alicantino. Todavía 22.624 personas de la provincia se encuentran afectados por un ajuste laboral de este tipo. Una figura ya existente, pero a la que el Gobierno central concedió unas condiciones especiales en esta crisis del covid-19 para poder mantener las empresas y para que no se destruyera empleo durante la crisis.

Aun así, el número de alicantinos que todavía se encuentran en situación de despido temporal es el más elevado en la Comunidad, que suma 46.460 afectados por un ERTE. Valencia, pese a tener más población activa, se sitúa por detrás de Alicante, con 20.687 afectados, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.

La razón no es otra que el peso específico que tiene el sector turístico en la economía de la provincia, frente a la de Valencia y Castellón , y que las actividades más enfocadas al mismo son las que han resultado más castigadas por el impacto de la crisis del covid. Cierres forzosos durante el estado de alarma; restricciones de movilidad; de aforo en los establecimientos o el cierre de fronteras han obligado a muchos hoteles, bares, restaurantes o comercios a recurrir al ERTE para intentar sortear o aliviar los daños de la crisis.

Cierto es que, en estos ocho meses desde que estalló la emergencia sanitaria, la situación económica y laboral ha estado marcada por la incertidumbre y ha variado, dependiendo de la evolución de la curva del virus y de la campaña turística por excelencia, como el verano. Así, algunas empresas que solicitaron en marzo un ERTE o han sacado o han vuelto a incluir a sus trabajadores del expediente, dependiendo de si la actividad repuntaba, se desplomaba o si se imponían nuevas restricciones para controlar la escalada de contagios.

Efecto de las restricciones

Para los sindicatos, el hecho de que la hostelería, los hoteles y el comercio tengan una fuerte implantación en la provincia y que, además, han sido los más afectados por las restricciones y la ausencia de turistas, sobre todo internacionales, es el factor clave para que Alicante lidere en estos momentos en la Comunidad la cifra de trabajadores que aún se encuentran dentro de un ERTE, según explica Daniel Patiño, secretario de Acción Sindical de CC OO-PV.

En esta dinámica de entradas y salidas de los ERTE, a finales de noviembre 84.841 trabajadores alicantinos ya habían salido de un expediente y se habían reincorporado a sus empresas, según los últimos datos de la Conselleria de Economía que dirige Rafa Climent. Esta cifra muestra la otra cara de la moneda (más positiva) en el tema de los ERTE, ya el número de empleados que han dejado la situación de suspensión temporal de empleo en Alicante es importante, dado que en el acumulado, desde que comenzó la pandemia en marzo hasta finales de noviembre, la provincia ha llegado a alcanzar en algunos momentos un pico de 141.420 despidos temporales. Ahora, Valencia supera a Alicante en trabajadores que ya están desafectados de un ERTE, con 164.928, pero el máximo de afectados por un expediente registrado en la capital del Turia alcanzó los 182.604 trabajadores, según los mismos datos de la Conselleria de Economía.

¿Nueva prórroga de los ERTE?

Con la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, las restricciones y el comportamiento de los consumidores, los nuevos tipos de ERTE por el aumento de rebrotes vuelven a hacer necesaria su prórroga, según UGT y CC OO, aunque, al parecer, en la mesa de diálogo social no se ha alcanzado aún un acuerdo. De momento, los expedientes temporales estarán vigentes hasta finales de enero. Aunque ha habido anuncios sobre nuevas prórrogas, el Gobierno no ha concretado nada.

Lo que sí está pasando desde el verano es que el endurecimiento de las restricciones han afectado especialmente a la hostelería y al ocio nocturno. En las últimas semanas las cifras de expedientes y despidos temporales están aumentando.

A finales de noviembre, Alicante registraba 610 nuevos ERTE por rebrote (por restricciones o impedimentos) que afectaban a 3.450 alicantinos. Estas cifras suponen un aumento de 128 procesos y 683 nuevos despidos temporales con relación a la semana anterior, según la comparativa de los datos de Economía. Para Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l’Alacantí-La Marina, «la situación se ha alargado mucho en el tiempo. Ahora, la los anuncios de la vacuna pueden generar más confianza en el futuro, pero lo importante es que lleguen las ayudas europeas».

Muchos empresarios de la provincia temen que después de los ERTE lleguen los ERE y se pierdan compañías y empleos.

Los autónomos alicantinos piden más ayudas que los de Valencia y Castellón

Otro de los indicadores que evidencia que la crisis del covid ha impactado con más fuerza en la provincia queda reflejado en el balance de solicitudes de prestaciones presentadas por los trabajadores autónomos. Uno de los colectivos más vulnerables al estar al frente de pequeños negocios y, fundamentalmente, en las actividades de la hostelería y el comercio, las más afectadas por la pandemia. A finales de noviembre, un total de 15.574 autónomos alicantinos había solicitado una prestación especial por los perjuicios causados por la crisis sanitaria en sus negocios. De estas, habían sido resueltas favorablemente 12.367, según los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social. En Valencia, sin embargo, solo fueron 13.351 las peticiones presentadas (aprobadas 10.730) y en Castellón, 2.421 (aprobadas 1.897). Así, en el conjunto de la Comunidad, las solicitudes se elevaron a 31.346 (aprobadas 24.994). En el ranking nacional, Alicante ocupa el sexto puesto por peticiones de ayudas, tras Barcelona, Madrid, Granada Málaga y Asturias.