El impacto económico de la crisis del covid ha sacudido de tal forma a las empresas españolas, también a las alicantinas, que estas se han visto obligadas a redefinir sus estrategias, incluso algunas a reinventar sus líneas de negocio, además de prescindir temporalmente de personal, a través de los ERTE, o de extinguir contratos ante el brusco descenso de la actividad y para ahorrar costes y poder superar los efectos de la pandemia. De hecho, al final del tercer trimestre del año, el total de alicantinos sin trabajo ascendió a 175.300. Una cifra que representaba 16.900 más que en el trimestre anterior, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Precisamente, el tercer trimestre coincidió con la segunda ola de la pandemia y, además, se cumplían tres meses desde el fin del estado de alarma decretado por el Gobierno para frenar la propagación del coronavirus. Y, en la reestructuración interna y en la redefinición de los puestos de trabajo, las compañías también apostaron por la contratación de ejecutivos, administrativos contables o personal cualificado con el fin diseñar estrategias con las que poder hacer frente a los nuevos retos que imponía la pandemia. En este sentido, la EPA refleja que, en el tercer trimestre de este año, se registró un aumento de ocupados entre el personal directivo y gerente. Al final de septiembre, en las empresas de la provincia trabajaban 35.700 ejecutivos o gerentes. Este número representa un destacado aumento en 5.000 directivos con respecto a un año antes y en 1.900 más con relación al trimestre anterior. Es decir, que el incremento ha coincidido con los periodos más críticos de la crisis del covid-19.

Proceso de transformación

El tejido empresarial se está enfrentando desde el pasado marzo a una crisis casi sin precedentes, porque no ha venido determinada por una recesión económica, sino por una emergencia sanitaria a nivel global. Es un momento en el que las firmas «se encuentran en un periodo de transformación grande en el que necesitan mejorar procesos e invertir en nuevas tecnologías», asegura Víctor Tatay, director de la empresa de recursos humanos Adecco en la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete. El experto incide, además, en que «el mercado de trabajo se está redefiniendo y es el momento de tomar decisiones que hagan viable la empresa». Y, en este escenario, las compañías están reforzando los perfiles para puestos altos y, también, intermedios.

El papeleo de los ERTE y ayudas

Así, paralelamente al aumento del número de ejecutivos, se ha producido un incremento entre los empleados contables y administrativos. En el tercer trimestre, la provincia contaba con 92.200 trabajadores con este perfil, que son 2.000 más que los que había entre abril y junio y 9.100 más con relación a un año antes. Una evolución al alza que los expertos vinculan con la necesidad de las mercantiles de contar con personal especializado, sobre todo, para gestionar todos los trámites que en este tiempo se han derivado de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), de las solicitudes de préstamos ICO o de otras medidas lanzadas por el Gobierno y la Comunidad Valenciana para intentar paliar los efectos de la pandemia en el empleo y en el tejido empresarial.

Tanto Víctor Tatay como la alicantina Luz Pomares, experta en selección de personal o «headhunter» (cazatalentos), coinciden en que, en el mundo empresarial, las firmas de gran tamaño están adelgazando sus estructuras intermedias, «mientras que las pymes o empresas familiares se han dado cuenta de que necesitan profesionalizar las tareas».

Menos ocupaciones elementales

Una circunstancia que también se ha trasladado a la contratación. Con una situación de escalada de los rebrotes, muchas empresas alicantinas apostaron durante el verano por recuperar gran parte del empleo cualificado perdido entre abril y junio, ya que se pasó de los 325.300 ocupados en esos tres meses a los 352.600 del tercer trimestre. Pero es que a principios de año en la provincia trabajaban más de 376.000 personas con este perfil.

En el caso de las ocupaciones elementales, de las 73.000 registradas en el verano se pasó a las 76.800 del otoño. Pero esta cifra se aleja de los 112.600 trabajadores en faenas elementales de comienzos de 2020.

Especialistas para reflotar, diversificar o reinventarse

«Las empresas buscan especialistas en estrategias para reflotar o diversificar las líneas de negocio», apunta Luz Pomares, experta en selección de personal y «headhunder». La profesional, que conoce los movimientos empresariales en estos tiempos de cambios por la pandemia, asegura que las compañías «están viendo lo que se le viene encima y necesitan especialistas en puestos de dirección para afrontar los retos». Según su experiencia, las firmas en Alicante están apostando por cambiar unidades enteras de negocio, por la creatividad y por la búsqueda de nuevos nichos para diferenciarse en el mercado.