Ausur, la concesionaria de la autopista que conecta Alicante con Torrevieja y Cartagena, logró mejorar el año pasado hasta un 6,4% su facturación, pero no consiguió esquivar los números rojos debido a los importantes gastos financieros que le acarrea su considerable deuda. Así lo señala la propia compañía en los balances que ha depositado en el Registro Mercantil, y donde ya adelanta que sus cifras serán bastante peores en 2020, debido a la reducción del tráfico rodado que han acarreado las medidas de confinamiento por el covid-19.

De momento, lo cierto es que el pasado ejercicio la compañía consiguió una cifra de negocio de 13,7 millones de euros, lo que supuso un incremento del 6,4% gracias a la mejora del tráfico del 4,23% y a la subida de los peajes. Esto permitió que la compañía mejorara su resultado de explotación hasta situarse por encima de los tres millones de euros, aunque esta cantidad no fue suficiente para compensar, posteriormente, los gastos financieros por pago de deuda y amortizaciones, que superaron los 3.150.000 euros.

El resultado final fueron unas pérdidas de 72.001 euros, ligeramente por debajo de las que experimentó en el ejercicio anterior. Eso sí, atrás quedan las pérdidas multimillonarias de principios de la pasada década, que estuvieron a punto de provocar que la concesionaria acabara entre las autopistas rescatadas por el Gobierno, como ocurrió con la circunvalación de pago de Alicante.

La compañía se salvó gracias a la firma de un préstamo sindicado que le concedieron las entidades financieras acreedoras para refinanciar su deuda en 2014, del que a finales del año pasado aún le quedaban 98,9 millones de euros por devolver. Además, la concesionaria también acumula en su pasivo 110 millones en préstamos participativos del Estado -muchos de ellos, aprobados para compensar el mayor costo que tuvo la expropiación de los terrenos para su construcción-; además de otros 61 millones que debe a sus accionistas en créditos convertibles.

La concesionaria está participada en un 75,27% por la madrileña Pralesa Concesiones y en otro 24,73% por el Grupo Fuertes, los propietarios de El Pozo.

Desplome del tráfico

En el informe de gestión que acompaña a las cuentas de 2019, la firma ya anticipa las consecuencias que tendrá en sus resultados de 2020 los efectos de la pandemia de covid. Así, frente a un crecimiento de ingresos previsto del 9,22% antes de la aparición del coronavirus, los gestores de la concesionaria estimaban el pasado mes de junio que su cifra de negocio caerá alrededor de un 22% en este ejercicio, por la pérdida de tráfico asociada a las medidas de confinamiento. En este sentido, las cifras del Ministerio de Fomento señalan que el número de usuarios de la vía llegó a caer un 77,3% en abril, aunque el descenso se moderó al 19% en verano. A pesar de ello, desde la compañía destacan que disponen de tesorería suficiente para abordar los pagos a sus proveedores y el servicio de la deuda, tanto de este ejercicio como del siguiente.

También señalan que podrían reclamar un «reequilibrio concesional» por la pérdida de tráfico -una figura prevista si no se cumple con el 80% del tráfico previsto en el plan de concesión- aunque hasta la fecha la firma no ha tenido éxito con las reclamaciones que ha interpuesto de ejercicio anteriores.