El Gobierno, la patronal y los sindicatos han celebrado este martes el primer asalto para decidir si subirá (y cuánto) o no el salario mínimo interprofesional (SMI) a partir del año que viene. Esta primera reunión ha sido más de tanteo entre las partes que de entrar ya al cuerpo a cuerpo, tal como han reconocido los diferentes participantes tras la misma. El Ministerio de Trabajo ha insistido en que su subida está garantizada, pero no ha desvelado cuánto. Pues las divisiones en el seno del Ejecutivo y el rechazo de la patronal condicionan las conversaciones para decidir la revisión del SMI, actualmente en 950 euros. Según estimaciones de Trabajo, un hipotético incremento podría beneficiar a cerca de dos millones de trabajadores en España.

El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, se ha posicionado públicamente a favor de una subida y desde su ministerio insisten en recordar que el único Gobierno de la historia reciente que ha congelado el SMI fue el de Mariano Rajoy, que en el 2012 y en el 2014 no actualizó este suelo salarial. Un recordatorio lanzado este martes en rueda de prensa más pensado hacia parte del Consejo de Ministros que no para los agentes sociales. Pues la CEOE rechaza subidas y la posición de los de Antonio Garamendi tiene adeptos dentro del Consejo de Ministros, según reconocen varias fuentes presentes en el diálogo social. Si bien los sindicatos han comparecido tras la reunión de este martes, no así la patronal.

De la misma manera que hubo un sector del Ejecutivo que no vio con buenos ojos el incremento en pensiones con un IPC negativo, pues entendían que una congelación ya aseguraba su poder adquisitivo, o de la subida de sueldo a los funcionarios; tampoco consideran que el actual contexto justifique una nueva alza del SMI. "Prudencia", ha pedido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a Trabajo y los agentes sociales a la hora de abordar la nueva subida; tal como ha manifestado en la rueda prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.

La próxima reunión del diálogo social es el lunes, el plazo que se ha dado Trabajo para consensuar en el seno del Gobierno que cifra defenderá en dicha cita. "Si el lunes el Gobierno viene a la mesa y no plantea una propuesta, la que sea, y aparece en el escenario la congelación [del SMI], UGT se levantará de la mesa. [...] Lo queremos ver por escrito", ha afirmado el secretario de política sindical, Gonzalo Pino.

Europa sube sus salarios mínimos

La patronal presiona por la congelación y los sindicatos por nuevas subidas. Pese a que UGT ha manifestado públicamente su voluntad de alcanzar en estas negociaciones los 1.000 euros, en CCOO son más partidarias de asegurar un calendario de revisiones para toda la legislatura con el compromiso por escrito de que el SMI alcance el 60% del salario medio al final de la misma. En ese sentido, tanto CCOO y UGT como Trabajo miran hacia Europa y ponen como ejemplo las actuaciones de gobiernos como los de Alemania, Francia o Reino Unido, donde se ha mantenido el calendario de incrementos. "España no puede ser una excepción", ha defendido el secretario de juventud de CCOO, Carlos Gutiérrez. No obstante, la competencia última para decidir si el SMI sube o no es únicamente del Gobierno.

Las horquillas que se manejan para el próximo ejercicio en las grandes economías del 'Viejo Continente' son de entre el 1% de Francia y el 2,6% de Alemania. En España, el incremento para los pensionistas y los funcionarios que acabó decidiendo el Ejecutivo de Pedro Sánchez fue del 0,9%. Si finalmente decidiera replicar esta fórmula con el salario mínimo, la subida sería de 8,55 euros, hasta los 958,55 euros mensuales brutos. Una fórmula que permitiría a Pedro Sánchez no compartir con Mariano Rajoy la efeméride de ser los únicos gobiernos que han congelado el SMI. Y que supondría, para la CEOE, transar con un incremento sensiblemente inferior al 5,5% que aceptó el año pasado, cuando el SMI subió de 900 a 950 euros. Los sindicatos han avanzado que no aceptarán menos del 1,8%, la media pactada por convenio este año. Es decir, a 967,1 euros.

Diálogo social ajetreado

El diálogo social acumula temas sobre sus mesas. Si bien las negociaciones son en cada tema diferentes, los negociadores son en la gran mayoría de casos los mismos. Y es que después de la revisión (o no) del salario mínimo, el Gobierno deberá comenzar a abordar la renovación de los ertes de la covid. En la última prórroga CEOE casi se desmarca. Y en paralelo, este jueves está prevista una nueva reunión para sacar adelante la 'Ley Rider', muy incómoda internamente para la patronal.

Una revisión del salario mínimo sin el beneplácito de CEOE podría enturbiar las relaciones del Gobierno con la gran patronal española de cara a próximos acuerdos. De momento, Yolanda Díaz ha conseguido mantener el frente de los agentes sociales intacto (salvo en la negociación de las últimas leyes de igualdad); lo que le ha servido de palanca para hacer valer los acuerdos dentro del Consejo de Ministros. La reunión de este martes, pese a que las posiciones de cada parte ya son públicamente conocidas, busca ser, en parte, una liturgia para fortalecer ese marco de diálogo social. Y, a su vez, ganar tiempo para clarificar dentro del Gobierno una postura única sobre el mismo.