En medio del año catastrófico que han vivido la mayoría de sectores económicos de la provincia por las consecuencias del covid-19, la agricultura ha logrado «salvar los muebles» y facturar hasta un 10% más que en 2019, gracias, sobre todo, al aumento de la demanda de cítricos que se produjo durante los meses del confinamiento en toda Europa, por la vitamina C que contienen estas frutas. Así lo señalaron ayer los responsables de Asaja-Alicante, durante el balance del ejercicio que realizaron, en el que también advirtieron de que esta buena racha parece haberse acabado, ya que el inicio de la nueva campaña está resultando negativo ante el cierre de la hostelería en todo el continente por la segunda ola de la pandemia.

En total, el valor de la producción agraria alicantina ha alcanzado los 522 millones de euros en 2020, un aumento más que notable frente a las cifras del ejercicio anterior, que se quedaron en 475 millones tras los efectos de la DANA que arrasó buena parte de los cultivos de la Vega Baja. Al respecto, el secretario técnico de Asaja-Alicante, Ramón Espinosa, lamentó que la subida no haya sido suficiente para recuperar el nivel que se había alcanzado en 2018, cuando se superaron los 600 millones de euros de producción, pero, en cualquier caso, calificó el ejercicio de «relativamente bueno», aunque con matices.

En la parte positiva destacó la evolución del sector citrícola, que supone la mayoría de la producción agraria alicantina, y que elevó su valor un 23%, hasta casi 221 millones, gracias al aumento de demanda durante la primavera. También contribuyeron a este crecimiento de la renta agraria el incremento del valor de los cereales en grano (+68%), la estabilización del precio de las hortalizas y los precios algo más favorables de la uva de mesa.

Ganaderos en peligro

En la parte negativa destacan los efectos que tuvo el covid en sectores como el ganadero o el vinícola, debido al cierre del sector hostelero. Así, el presidente de Asaja-Alicante, Eladio Aniorte, señaló la situación casi «insostenible» que viven muchas explotaciones ganaderas al no haber podido dar salida a los animales y ver incrementados sus gastos al tener que alimentarlos durante más tiempo.

Pero, además, como recalcó el presidente de Asaja-Orihuela, José Vicente Andreu, el buen balance de 2020 también se ve empañado por el mal arranque de la nueva campaña. Según explicó, el aumento de consumo de cítricos en los hogares europeos no se ha mantenido en niveles tan elevados como en el confinamiento, por lo que ya no compensa la pérdida de ventas a la hostelería, que supone el 40% del negocio total.

Por otra parte, Eladio Aniorte cargó duramente contra la gestión del trasvase Tajo-Segura que está realizando la ministra Teresa Ribera al frente del Ministerio de Transición Ecológica y advirtió de que, si se aprueban las propuestas para elevar los caudales mínimos ecológicos del Tajo en el próximo plan de cuenca, se reducirán a la mitad las aportaciones para la agricultura alicantina.

Por último, Aniorte también señaló que el Brexit y la imposición de aranceles podrían afectar hasta a un 15% de las exportaciones agrícolas de Alicante al Reino Unido, que en 2019 sumaron 98 millones de euros.