El comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Alicante hizo público ayer su respaldo unánime a la puesta en marcha de uno o varios puertos secos en la provincia, aunque sin mostrar su apoyo explícito a ninguna de las propuestas que se han presentado hasta la fecha, como el denominado Puerto del Sol de Novelda, o el de Villena. Eso sí, desde la institución que preside Juan Riera insistieron en que se trata del «momento ideal» de apostar por estas infraestructuras, que facilitan el intercambio de mercancías entre el tren y la carretera, ante la próxima llegada del Corredor Mediterráneo, y la inyección económica que supondrá la llegada de los fondos europeos del programa Next Generation EU.

Para la Cámara, este tipo de dotaciones «ofrecen la oportunidad de aumentar la competitividad empresarial ante la reducción de costes que aporta la intermodalidad carretera-ferrocarril en el transporte nacional, pero, sobre todo, internacional». Por este motivo, consideran que la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo en 2023 debe acompañarse de la correspondiente ejecución de estos puertos secos, «ya que no podemos seguir esperando y que el tren pase otra vez de largo».

La propia institución recuerda que en la provincia se han propuesto «diversas zonas con capacidad para albergar estas estaciones ferroviarias», y recuerda que los candidatos deben cumplir las condiciones necesarias, como la disponibilidad de suelo anexo industrial-logístico y la existencia previa de usos logístico donde apoyarse; la compatibilidad ambiental y una elevada accesibilidad a la red de carreteras, especialmente autovías y autopistas.

También insisten desde la entidad en que se debe demostrar «la viabilidad económico-financiera del puerto seco bajo un esquema de participación privado-pública, y se debe determinar la inversión pública complementaria para alcanzar un mínimo de rentabilidad privada». Así, esta segunda parte debe comenzar con un estudio de cargas en base al área de influencia del puerto seco y los ingresos y costes para el operador logístico. Una vez demostrada la viabilidad financiera, el paso final consiste en la formulación del modelo de explotación, básicamente una concesión, y el financiero, detallando las aportaciones y plazos tanto para el sector público como para el privado.

La Cámara señala que, «por fortuna, en la provincia son varias las zonas que reúnen las características antes mencionadas para la implantación de uno o varios puertos secos», por lo que cabría poner encima de la mesa las bondades y resultados financieros de cada uno de ellos a fin de «mostrar al mercado las posibilidades de inversión y rentabilidad empresarial en la provincia».