La urgente necesidad de incrementar de forma significativa la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables para cumplir con los objetivos europeos ha desatado una carrera sin precedentes por la instalación de parques solares en Alicante. El negocio se prevé multimillonario y grandes firmas del sector e inversores internacionales han puesto el foco en una provincia con muchas posibilidades en el campo fotovoltaico. Escasas lluvias, cielos despejados y una media de 320 días de sol al año son condiciones suficientes para justificar un impulso que, sin embargo, no acababa de despegar en el sur de la Comunidad Valenciana. Ahora, la situación se ha empezado a revertir y lo está haciendo a toda velocidad. La tramitación de proyectos para disponer plantas de este tipo se ha disparado hasta el punto que, en caso de materializarse, se multiplicará por trece la potencia actual.

En estos momentos el territorio alicantino cuenta con parques solares que suman una potencia de 137 megavatios (MW) en su totalidad, de los cuales en los últimos cinco años sólo se han añadido 13 instalaciones con 4,15 MW a nivel global. Pues bien, según precisan desde la Conselleria de Economía Sostenible, en la actualidad tienen sobre la mesa propuestas para aumentar esa potencia en 1.798 MW. En total, son 134 nuevos huertos solares los que se pretenden instalar en la provincia, una cifra histórica e impensable hasta hace pocos años.

La Generalitat Valenciana, a través de las consellerias de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica; Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo; y la de Obras Públicas, Política Territorial y Movilidad, publicó un decreto a finales del pasado agosto con el doble objetivo de impulsar la transición ecológica y la recuperación de la economía valenciana a través de las inversiones en renovables, que generan actividad económica y empleo. Así, se declararon inversiones de interés estratégico los proyectos de centrales fotovoltaicas y parques e instalaciones eólicas competencia de la Generalitat, suponiendo dicha declaración su impulso preferente en las tramitaciones necesarias para su implantación y puesta en servicio ante cualquier órgano de la Generalitat o administraciones locales de la Comunidad Valenciana, así como la simplificación, agilización administrativas y la mejora de la regulación que les afecta. Es decir, el Gobierno valenciano simplificó la norma con tal de presentar el territorio autonómico como una zona atractiva para las empresas interesadas en promover parques de energías renovables. Y todo apunta a que empieza a funcionar.

Uno de los proyectos más importantes que se encuentran en estos momentos en tramitación es el de la compañía Iberdrola, que inicia así su primer gran parque fotovoltaico en la provincia de Alicante, el parque FV Alhorines, con una inversión cifrada en más de 24 millones de euros. La instalación, ubicada en Villena, contará con una potencia de 50 MW y será capaz de producir energía limpia para abastecer a más de 25.000 hogares, evitando así la emisión a la atmósfera de 15.700 toneladas de CO2 por cada año que opere.

Tanto la Estrategia Valenciana de Cambio Climático y Energía 2030 como los distintos indicadores enmarcados en los objetivos de reducción de emisiones y neutralidad en 2050, de acuerdo con las estrategias de la Unión Europea, así como con la futura ley valenciana de cambio climático y transición ecológica, se marcan como uno de los propósitos principales un aumento significativo de la potencia instalada en energía renovable, con un horizonte de hasta 6.000 MW en centrales fotovoltaicas y 4.000 MW en eólicas, frente a los valores actuales situados en 364 MW y 1.255 MW, respectivamente.

El nuevo texto normativo, el primero que plasma por escrito los requisitos tanto en suelos urbanizables como no urbanizables, elimina duplicidades en los trámites y dibuja un mapa para que cualquier promotor de una planta pueda conocer las ubicaciones idóneas dentro del territorio de la Comunidad, desde el punto de vista de territorial, urbanístico, paisajístico y medioambiental.

Concretamente, en el caso de la energía eólica se suprimen los planes especiales como instrumento de desarrollo del plan eólico valenciano, sustituyendo dicho instrumento por una autorización territorial específica por uso y aprovechamiento del suelo. En el de centrales fotovoltaicas, hasta 50 MW, se establecen las preferencias de emplazamiento que han de ser compatibles con los planes territoriales y urbanísticos que cumplan con las condiciones medioambientales, funcionales y territoriales.

La energía nuclear sigue siendo el motor de la Comunidad

La generación de energía a partir de fuentes no renovables, es decir, las producidas a partir de combustibles fósiles y sus derivados, siguen copando la actividad de la Comunidad Valenciana. Según el último informe de Red Eléctrica de España, con datos de 2019, en territorio autonómico se generaron 15.187 GWh de no renovables en 2019, de los cuales 8.056 se derivaron de la central nuclear de Cofrentes. La generación a partir de fuentes limpias alcanzó solo 3.676 GWh, frente a los casi 98.000 GWh de Cataluña.