Mal año para Aludium, la propietaria de la mayor fábrica de transformación de aluminio de la provincia, ubicada en la partida de Agua Amarga de la capital. La compañía del fondo Atlas Holdings -que en el año 2014 adquirió las plantas de Alcoa en Alicante, Amorebieta y Castelsarrasin (Francia)- cerró el pasado con una caída de facturación de más del 7%, hasta quedar en 515 millones de euros, lo que profundizó en los números rojos que ya arrastraba desde 2018.

En concreto, si en este último ejercicio declaró unas pérdidas de 12,58 millones de euros, el año pasado la compañía presentó a sus accionistas un resultado negativo de 19,3 millones de euros, según consta en las cuentas oficiales que la firma ha depositado en el Registro Mercantil.

La propia compañía reconoce en el informe de gestión que acompaña a los balances que se trata de unos resultados «significativamente por debajo del plan de negocio», que atribuye a una serie de «impactos puntuales». Entre ellos, las «pérdidas no planificadas del arranque, configuración y puesta en marcha a pleno rendimiento de las nuevas inversiones en las fundiciones realizadas en las dos plantas de la Sociedad», lo que provocó un mayor consumo de placas externas, con un coste mayor, que las de fabricación internas. Además, la firma tuvo que hacer frente a la rotura de una alargadera del laminador en caliente que obstaculizó la producción. La compañía también se vio afectada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que repercutió en las cifras de todo el sector.

En cualquier caso, la evolución fue distinta en cada planta. Mientras que las ventas de Amorebieta se redujeron un 8,3%, hasta las 136.315 toneladas, las de Alicante se incrementaron en un 8,3%, hasta las 73.566.

En cuanto a la evolución de 2020, el próximo 31 de diciembre finaliza el ERTE de seis meses que la multinacional había pactado con la plantilla para compensar la bajada de ingresos que ha provocado el covid. Desde la compañía no respondieron ayer a las consultas de este diario.