La Unión Europea (UE) y China tienen previsto concluir este miércoles las negociaciones de su acuerdo de inversiones que ofrecerá a las empresas europeas un mayor acceso al mercado chino y garantías para competir en igualdad de condiciones con las compañías del gigante asiático.

La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el primer ministro chino, Xi Jinping, celebrarán este miércoles a las 13.00 horas de Bruselas (12.00 GMT) una reunión por videoconferencia en la que está previsto que sellen políticamente el acuerdo.

Según fuentes europeas también podría sumarse al encuentro la canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país ha ocupado este semestre la presidencia del Consejo de la UE, y no se descarta que se una el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron.

Desde que empezaron en 2014, las negociaciones han sufrido altibajos, pero se han acelerado en las últimas semanas después de que China ofreciera en diciembre un nivel de acceso a su mercado aceptable para los Veintisiete y se comprometiera a avanzar en la ratificación de los convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), incluidos los relativos a los trabajos forzados.

El acuerdo es un paso importante en las relaciones entre la UE y China y permitirá paliar parte de los desequilibrios que existen hoy en día en materia de inversión extranjera directa, puesto que el mercado europeo es mucho más abierto que el chino.

El acuerdo se sellará mañana políticamente, pero pasarán varios meses hasta que pueda firmarse y entrar en vigor, dado que primero tendrá que traducirse a las veinticuatro lenguas oficiales de la UE y obtener el visto bueno definitivo de los expertos legales.

Este acuerdo llegará en plena transición política en Estados Unidos, entre el fin del mandato del presidente Donald Trump -cuya administración se ha caracterizado por las disputas comerciales con China y, en menor medida, la UE- y la toma de posesión de Joe Biden, el próximo 20 de enero.

El acercamiento entre los Veintisiete y China ya ha generado reacciones en el equipo del próximo inquilino de la Casa Blanca. "La administración Biden-Harris agradecería consultas tempranas con nuestros socios europeos sobre nuestras preocupaciones comunes acerca de las prácticas económicas de China", dijo el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, la semana pasada tras conocerse que un acuerdo estaba cerca.

En 2019 -último año antes del estallido de la pandemia en que las relaciones económicas no se vieron afectadas por el virus-, la inversión extranjera directa de la UE hacia China fue de 12.000 millones de dólares (unos 9.800 millones de euros), lo que supuso un aumento del 70 % respecto a 2018, según datos que ofrece la Comisión Europea.

Países Bajos fue el mayor inversor en el gigante asiático, con 4.700 millones de dólares (unos 3.800 millones de euros), y la inversión de la UE hacia China fue principalmente al sector del automóvil, por un valor de 4.900 millones de dólares (unos 4.000 millones de euros).

En cambio, la inversión de China hacia la UE fue de 13.000 millones de dólares (aproximadamente 10.600 millones de euros), lo que supuso un descenso de los 21.000 millones de dólares (cerca de 17.100 millones de euros), en 2018. Finlandia fue el principal destinatario de la inversión, por un valor de 5.300 millones de dólares (unos 4.300 millones de euros) y en general, en la UE, la inversión china se dirigió al sector de los productos y servicios de consumo.