El Grupo Cívica, el conglomerado empresarial que creó Enrique Ortiz y del que ahora son titulares sus hijos mayores, Enrique y Laura Ortiz Carratalá, mantiene en las contratas públicas su división más rentable, mientras que muchos de los negocios que tiene ligados al ladrillo o a la gestión de suelo siguen arrojando pérdidas. Al menos así consta en la información contenida en las cuentas de 2019 que ha depositado en el Registro Mercantil Grupo Cívica Construcción y Servicios del Mediterráneo SL, la matriz en la que consolidan fiscalmente hasta una veintena de sociedades de la familia, entre las que, sin embargo, no figuran las nuevas compañías que impulsan por su cuenta los descendientes del promotor, como la firma Real State Go2, con la que entraron en la nueva concesionaria de Panoramis, junto al que fuera socio de su padre Juan Carlos Ramírez.

Entre los negocios que sí se incluyen en el balance, la compañía que más facturó fue Tizor Hormigones y Asfaltos, la división especializada en la fabricación de materiales asfálticos y en la construcción y conservación de infraestructuras, que registró una cifra de negocios de casi 16,5 millones de euros, con unos resultados de más de 450.000 euros, un 28% superiores a los del ejercicio anterior.

Sin embargo, la compañía más rentable del grupo fue Cívica Construcciones y Contratas SL, cuyo principal activo es la participación que mantiene en la concesionaria de la recogida de basuras y del servicio de limpieza de la ciudad de Alicante. Un negocio que comparte con FCC y Ferrovial. En este caso, la facturación atribuida a la firma es de 13,1 millones, con unos resultados de más de cuatro millones, frente a los 3,8 millones que logró el año anterior.

Los Ortiz también ganaron dinero en 2019 - 1,48 millones - con Cívica Servicios y Medio Ambiente, la filial con la que participan, entre otras, en la cadena de residencias para la tercera edad Gerocentros del Mediterráneo o en la gestión de diversos aparcamientos, como los que tiene en la ciudad de Alicante y en otros municipios de la provincia.

Por su parte, la firma que dio origen al grupo, Enrique Ortiz e Hijos Contratistas de Obras SA, sigue en números rojos. La compañía declara unos ingresos de sólo cuatro millones de euros, frente a los 7,5 que recogían las cuentas del ejercicio anterior, y unos resultados negativos de casi 9,5 millones de euros. Aunque la relación incluida en las cuentas de la matriz no profundiza más allá y no explica el origen de estas pérdidas, cabe recordar que los números rojos de años anteriores se debieron al deterioro de las participaciones que mantenía esta sociedad en otros negocios y a los gastos financieros que suponían los intereses de la deuda que arrastraba con diversas entidades y con la Sareb.

Entre las sociedades con resultados negativos del conglomerado de los Ortiz también destaca Cívica Desarrollo y Gestión Suelo SL, que aumenta sus pérdidas de 1,8 a 2,8 millones, o la sociedad dependiente de esta última Camservi Obras y Servicios, que cerró el ejercicio con resultados negativos de 1,7 millones. Eso sí, no todos los negocios de los Ortiz vinculados con el ladrillo acumulan pérdidas. Por ejemplo, la promotora Cívica Fomento Inmobiliario ganó 935.909 euros.

Nuevos negocios

Como ya ocurrió el año anterior, las cuentas de Cívica Construcción y Servicios del Mediterráneo ya vienen firmadas por los hijos mayores del fundador del grupo, Laura y Enrique Ortiz Carratalá, tras la decisión del promotor de retirarse de la primera línea de los negocios. Además de hacerse cargo de las sociedades que históricamente han pertenecido al grupo familiar, los hijos de Enrique Ortiz está promoviendo nuevos negocios a través de sociedades independientes, como Real State Go2, Valirio Investments o Proyectos y Actuaciones Aitana. Eso sí, unas compañías que, en muchas ocasiones, lo que hacen es canalizar negocios en los que Cívica ya tenía intereses, como algunas promociones inmobiliarias.