La Cámara de Comercio utilizará las instalaciones de Fundesem para impartir su formación. Así lo anunciaron este miércoles ambas instituciones después de que sus respectivos presidentes, Juan Riera y Cayetano Sánchez Butrón, firmaran el correspondiente contrato que, por un lado, pondrá fin a las dificultades que tenía la institución cameral para encontrar espacios adecuados para sus cursos, y, por el otro, ayudará a la escuela de negocios a rentabilizar su sede y hacer frente al alquiler que paga a la Generalitat. El acuerdo se concretará en el subarriendo de tres aulas y tres despachos de la sede que Fundesem ocupa en régimen de alquiler en la calle Deportistas Hermanos Torres de Alicante. Un edificio propiedad de la Generalitat -aunque está construido sobre suelo municipal-, por el que la escuela de negocios abona unos 95.000 euros anuales, de los que ahora recibirá una parte de la Cámara.

Según explicó este miércoles Juan Riera, el objetivo de la institución que preside es agrupar a todos los alumnos de sus cursos de formación -muchos destinados a jóvenes- «en un solo centro que, además, está concebido para la enseñanza». De esta forma, se quiere poner fin a la falta de espacio que arrastra la institución desde que decidió trasladar sus dependencias a la antigua sede de Coepa, frente al Teatro Principal de Alicante, y alquilar el edificio que tiene en propiedad en la plaza Puerta del Mar -el antiguo Hotel Palas- al Ayuntamiento de la ciudad para resolver los problemas económicos que le ocasionó la supresión de las cuotas camerales en 2011.

Por su parte, para Fundesem el acuerdo supondrá un ingreso más, que le ayudará a hacer frente al alquiler de la sede. La fundación ya ha logrado dejar atrás los déficits de años anteriores, pero todavía arrastra una importante deuda con la Generalitat, que los actuales gestores heredaron de la anterior etapa de la escuela de negocios, por lo que cualquier ingreso resulta bienvenido, como señaló ayer Sánchez Butrón. La escuela también ha pedido al Consell que le rebaje dos meses del alquiler del año pasado, por el cierre del covid.

En cualquier caso, la intención es que el acuerdo vaya más allá del simple subarriendo de espacios y que ambas instituciones puedan organizar cursos o lanzar una oferta formativa conjunta. De momento, el pacto es por tres años prorrogables.