La crisis del covid ha sacudido con fuerta a todo el mercado laboral, pero hay colectivos que pueden verse especialmente afectados por la caída del empleo. Sobre todo porque, incluso en épocas boyantes, suelen tenerlo más complicado que la media, como ocurre con las personas con discapacidad. Así, lo pone de relieve el informe "Discapacidad y expectativas para la nueva década", que ha elaborado la fundación Adecco, con la colaboración de la compañía alicantina CHM.

Un trabajo que, entre otras cosas, pone de relieve que las personas con discapacidad de la Comunidad Valenciana ya sufrieron el año pasado una importante caída en sus cifras de contratación del 21%, lo que supone el descenso más acusado desde el año 2010. Una caída que los responsables del estudios atribuyen, entre otros factores, al parón en muchos sectores estratégicos como la hostelería o el turismo, que habitualmente emplean a profesionales con discapacidad. 

Y aunque esta caída ha sido similar a la registrada a nivel general, en el caso de las personas con discapacidad las dificultades son dobles, ya que no solo se enfrentan a la crisis económica, "sino a prejuicios y estereotipos que lastran su acceso al empleo, dificultando que encuentren una oportunidad laboral en el corto plazo".

De igual modo, el estudio también recoge datos de Odismet que desvelan que este coletivo que se ha visto afectado en mayor medida por las fórmulas excepcionales adoptadas en tiempos covid-19. En concreto, un 37% ha sufrido un ERTE , un 7% ha tenido que reducirse la jornada y otro 7% se ha visto obligado a agotar vacaciones. Mientras, un 14% ha podido adoptar la modalidad de teletrabajo y un 28% no se ha visto afectado de ningún modo. Por el contrario, un 2% ha sufrido un despido.

Según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, "la concentración de los profesionales con discapacidad en sectores muy castigados por la crisis como la hostelería o el turismo ocasiona que se vean especialmente expuestos al desempleo y a la exclusión social en la era coronavirus. Asimismo, y aunque no figura en las estadísticas, nos consta que un porcentaje importante de los ocupados con discapacidad se emplea en la economía irregular, en condiciones de absoluta precariedad y desprotección, lo que ahonda aún más la brecha de desigualdad".

Malas perspectivas

En este difícil contexto, la Fundación Adecco y CHM han preguntado a las personas con discapacidad sobre sus perspectivas y si creen que la pandemia influirá en ellas. Una conclusión se impone con claridad: la mayoría de los encuestados en la Comunidad Valenciana (65,2%) cree que, en efecto, la inclusión social y laboral va a estancarse, ya que el distanciamiento social y la crisis económica no ayudarán a normalizar la presencia de las personas con discapacidad en la sociedad. 

En otras palabras, opinan que el coronavirus ha truncado la buena marcha de la inclusión y que estamos ante una "década perdida" para la normalización de la discapacidad en la sociedad y en las empresas. Un 19,8% va más allá y cree que va a experimentarse un retroceso en el que las personas con discapacidad van a ser las grandes olvidadas. Frente a esta opinión, un 15% se muestra más optimista, defendiendo que la inclusión social y laboral mejorará en los próximos 10 años, en los que van a darse pasos muy importantes para la plena inclusión.

A la luz de lo expuesto en el apartado anterior, no cabe duda de que la crisis del covid-19 ha moderado las expectativas que la sociedad en general y las personas con discapacidad en particular tenían sobre la década 2020. Sin embargo, la presente encuesta ha querido conocer, igualmente, cuáles son los "tres grandes deseos" de las personas con discapacidad en la Comunidad Valenciana de cara al próximo decenio.

En general, existe un amplio consenso en las respuestas obtenidas, repitiéndose sistemáticamente algunas palabras como "empleo", "normalización", "igualdad" o "empatía". En concreto, un rotundo 95% menciona el empleo "estable", "sostenible" o "duradero", como su gran deseo para el próximo decenio. Este dato podría ser lógico, en la medida en que un 65% de los encuestados se encuentra desempleado (el 100% de los encuestados en esta situación ha mencionado el empleo como deseo); sin embargo, entre los ocupados también está presente en un mayoritario 84% de los casos: "que me dure el trabajo", "que siga trabajando" o "que me renueven el contrato" son algunas de las respuestas.

Los datos de la presente encuesta arrojan que el deseo de encontrar un empleo se ve alejado de las expectativas reales de los encuestados. Así, cabe destacar que un 55% de las personas con discapacidad en la Comunidad Valenciana ha sentido discriminación laboral alguna vez en su vida, ya sea en el proceso de selección o en el propio desempeño del trabajo. Otro dato a subrayar es la escasa confianza laboral que presentan gran parte de los encuestados: un 70% cree que su discapacidad es un obstáculo a la hora de acceder a un empleo. Así, aunque el trabajo es un derecho para todos, sigue constituyendo un anhelo para muchas personas con discapacidad, máxime en coyunturas difíciles como la actual.

Además, un 80% de los encuestados coincide en que encontrar trabajo "es ahora más difícil que nunca", debido a la fuerte competencia fruto del incremento del desempleo que ha ocasionado la pandemia.