La crisis desencadenada por el coronavirus está teniendo consecuencias negativas a todos los niveles en la economía. Pese a que la industria no ha sido de los sectores más damnificados, también se ha visto directamente afectada por la pandemia. Una prueba de ello es la inversión en la mejora de la maquinaria, que se ha reducido de forma notable a lo largo del último ejercicio. El número de empresas de la Comunidad Valenciana que modernizaron sus equipos en 2020 descendió en un 66%, al pasar del 45% de los últimos años a sólo un 15%. La caída es más que significativa, aunque, a ojos del sector, podría haber sido peor a la vista de las circunstancias. De hecho, se espera un efecto rebote a partir de este año, ante la necesidad de las empresas de adaptarse a los nuevos tiempos y modernizar sus instalaciones para ser competitivas.

La modernización de la maquinaria es una de las principales palancas para incorporar aportaciones de la I+D a los procesos productivos, mejorando los márgenes y la aportación a la cadena de valor. Las empresas son conscientes de ello, y la prueba más evidente es que alrededor del 45% de las mismas venía invirtiendo, en la Comunidad Valenciana, en la mejora de sus equipos en los últimos años.

Esta dinámica, sin embargo, se ha visto interrumpida en el último ejercicio como consecuencia de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus, que ha paralizado muchos de los proyectos programados en esta materia.

Según la información facilitada por Iberinform, filial de Crédito y Caución especializada en la información empresarial, durante 2020 fueron un 15,3% las empresas de la Comunidad que invirtieron en la modernización de su maquinaria, lo que supone un descenso de alrededor del 66% en relación a los últimos años. Pese a que la caída ha sido significativa, los datos son mejores que la media española, que se situó en el 9,1%. Pese a ello, hay otros territorios en los que la inversión en este sentido ha sido más importante, toda vez que en Navarra un 24,6% de las empresas han mejorado sus capacidades productivas, un 23% en Baleares, un 15,6% en el País Vasco, un 14,4% en Asturias y un 14,2% en Galicia. Cabe reseñar, asimismo, que la renovación ha sido más intensa en la industria manufacturera, seguida por el sector de los servicios.

Pese a que la caída de la inversión ha sido notable, no lo es tanto si se tienen en cuenta las complicaciones a las que han tenido que hacer frente las empresas en el actual panorama de caída de facturación e incertidumbre provocada por la crisis del coronavirus. El secretario general de la Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, señala que «el 15% no es un porcentaje significativo si se tiene en cuenta que en los últimos tiempos veníamos moviéndonos por encima del 45%. Pero lo cierto es que, a la vista de lo que hemos estado sufriendo en los últimos meses con la brutal bajada de la actividad, se trata de una cifra que en cierta forma invita al optimismo de cara a este ejercicio, si se cumplen las predicciones en cuanto a la reactivación de la economía a partir del mes de junio. También se anuncian ayudas que pueden reactivar la inversión».

Rodríguez recuerda que en la anterior crisis, entre 2008 y 2011, los datos en mejora de maquinaria todavía fueron inferiores a los actuales. «Pero las empresas -destaca- son conscientes de que su futuro y su competitividad pasan por las mejoras tecnológicas, por lo que la inversión va a crecer».

Automatización para crecer en productividad y seguridad

La automatización y la digitalización son los dos factores que imperan en la nueva maquinaria, buscando la máxima productividad y la seguridad de los trabajadores. Bien lo sabe Manuel Fernández, gerente de Ferrotall, que acaba de desarrollar una máquina fresadora superavanzada para la automoción y la aeronáutica que ya está operativa en la planta de Carbodynamic en Ibi. «Este -señala- es un tren imparable, en la búsqueda de máquinas cada vez más interactivas y fáciles de gestionar». En el actual contexto de covid, también se prima la protección, aunque Fernández destaca que la nueva maquinaria cumple de facto con todos los requisitos por las normas de seguridad a las que estaba sujeta ya antes de la pandemia.