La previsible caída del mercado inmobiliario, por el deterioro de la situación económica derivada del coronavirus, y la necesidad de los bancos de captar nuevo negocio para mejorar su rentabilidad provocarán este año un nuevo recrudecimiento de la guerra hipotecaria entre entidades, que llevará a una nueva rebaja de los tipos de interés que se aplican en estos préstamos.

Un abaratamiento que, eso sí, se concentrará en los préstamos a tipo fijo y llevará también aparejado un aumento de los requisitos de solvencia para los posibles clientes. En otras palabras, que habrá hipotecas más baratas, pero también serán más difíciles de conseguir.

Ésa es al menos la previsión en la que coinciden los expertos de los principales portales especializados en productos financieros, que también auguran un aumento de las ofertas de subrogación, es decir, del robo de clientes entre entidades para compensar la caída de la nueva demanda.

«Los bancos tienen un problema de rentabilidad y, de ahí, las fusiones que estamos viendo. Necesitan ganar dinero y las hipotecas siguen siendo el producto estrella para captar negocio, porque es la mejor forma de vincular a los clientes y venderles también otros productos», apunta Miquel Riera, de Helpmycash.

Sin embargo, con el euríbor en terreno negativo -lleva todo el mes instalado en cifras de alrededor del -0,50%-, las hipotecas a tipo variable apenas dan dinero a los bancos, que siguen empeñados en llevar a los clientes hacia créditos a tipo fijo, que les dejan algo más de margen y ahí es donde continuará la batalla este año, según afirma el experto.

En la actualidad ya son habituales las ofertas con tipos por debajo del 1,5% en las hipotecas fijas a 20 años -el precio más bajo de la serie histórica-, pero los especialistas auguran que la media este año podría situarse ya por debajo del 1%, según apunta Simone Colombelli, de iAhorro.

No obstante, tanto Riera, como Colombelli también anticipan que estos precios serán únicamente para aquellos clientes que puedan demostrar una solvencia a prueba de bombas, ya que las entidades también elevarán las exigencias para acceder a sus préstamos, para protegerse del previsible aumento de la morosidad que conllevará la crisis. «Posiblemente, quien haya pasado por un ERTE lo tendrá complicado, porque los departamentos de riesgos entenderán que tiene más probabilidades de volver a pasar por esta situación. Y lo mismo puede decirse de aquellos que trabajen en sectores especialmente afectados por las consecuencia de la pandemia, como la hostelería o el turismo», apunta el representante de Helpmycash. Por el contrario, las entidades se pegarán por prestar dinero a perfiles de trabajadores relacionados con el mundo digital, para los que prevén un futuro laboral mucho más estable, añaden desde iAhorro.

Del mismo modo, los bancos multiplicarán sus ofertas para captar clientes que hayan demostrado ya su capacidad de pago en otras entidades, lo que se traducirá en mejores ofertas de subrogación -cuando se traspasa una misma hipoteca de un banco a otro-, o bien de nuevos préstamos para pagar hipotecas antiguas.

La banca presta un 20% menos dinero hasta octubre

La caída de la venta de viviendas derivada del covid se tradujo en una notable caída del negocio hipotecario en la provincia durante el año pasado. Según datos del INE, hasta octubre se concedieron un 10% menos préstamos para la compra de vivienda en Alicante, pero el importe contratado cayó mucho más, casi un 22%. Así, los bancos prestaron 1.623 millones frente a 2.071 millones del mismo periodo del año pasado.