Las Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana valoraron ayer el Plan Resiste de la Generalitat para contrarrestar los efectos de la pandemia en la economía, pero también dejaron claro que no les parece suficiente. Para empezar, porque creen que las ayudas deberían llegar también al sector comercial, para el que reclaman un plan de rescate como el que se facilitará a otros sectores. Pero, además, porque consideran que la iniciativa del Consell debería ir acompañada por otras medidas a nivel nacional y por rebajas de impuestos en todos los escalafones de la Administración.

Así lo señalaron ayer, después de la reunión que los máximos responsables de estas instituciones en la autonomía -Juan Riera (Alicante), María Dolores Guillamón (Castellón), Pablo de Gracia (Alcoy), Mario Martínez (Orihuela), y José Vicente Morata (València)- mantuvieron con el conseller de Economía, Rafa Climent, para analizar la situación.

Los representantes camerales aprovecharon la reunión para expresar «su profunda preocupación» por el impacto que tendrán las nuevas restricciones aprobadas por el Consell, en especial en la hostelería, para frenar la tercera ola. Así, recordaron que en la autonomía existen 29.575 empresas de hostelería, con 168.500 familias que dependen directamente del sector (38.500 autónomos y 130.000 trabajadores en régimen general), a los que se sumarían otros 34.000, si se tienen en cuenta las actividades artísticas y de ocio y entretenimiento, muy afectadas por las restricciones horarias y de aforo.

En este sentido, las Cámaras de la Comunidad apoyan la puesta en marcha de medidas «que palien de forma directa la grave situación económica del sector», pero piden que «se cuantifique su impacto sobre el tejido productivo» y que desde el primer momento estas decisiones vengan acompañadas por medidas simultáneas que mitiguen sus efectos.

Entre estas medidas proponen la reducción, fraccionamiento o condonación de pago de tasas e impuestos locales (IAE e IBI) y nacionales (IVA), como han hecho otros países europeos.

Además, desde las instituciones camerales plantean la aprobación de un plan nacional de ayudas directas a todas las pymes del sector que han visto reducida su facturación en más de un 50% en 2020. Igualmente, reclaman agilidad en la tramitación de las ayudas del Plan Resiste de la Generalitat, que incluye desde ayudas directas hasta créditos bonificados en función de la situación, que permitirán inyectar liquidez a las empresas afectadas. Y, por último, proponen la promoción de bonos de consumo en establecimientos de hostelería con ventajas fiscales.