Los populares clicks de Playmobil no tuvieron un buen año en el ejercicio fiscal que la compañía cerró el pasado 31 de marzo. La floja campaña de Navidad que registró el sector juguetero provocó que muchas tiendas finalizaran las fiestas con más stock del previsto, lo que llevó a que los meses de enero y febrero fueran «muy flojos» por la falta de nuevos pedidos. Por si fuera poco, cuando la ventas empezaban a remontar, en el mes de marzo, estalló la pandemia del covid.

Así lo relatan los propios responsables de la juguetera con sede en Onil en el informe de gestión que acompaña a sus últimas cuentas, que reflejan una caída de la facturación del 13,3%. En concreto, la compañía cerró el ejercicio con una cifra de negocios de 63,3 millones de euros frente a los 71,9 millones del año anterior. Un descenso que se concentró en el mercado nacional, donde la filial del grupo alemán Geobra Brandstätter ingresó 43,5 frente a los 55 millones del ejercicio anterior. Por el contrario, mejoró sus exportaciones a la UE, que pasaron de 16,5 a 18,4 millones, de acuerdo con estas fuentes.

La compañía ya avisa de que las cifras del próximo ejercicio tampoco serán buenas, ya que reflejarán las consecuencias de la pandemia en toda su crudeza. No obstante, sus responsables se muestran optimistas y destacan el éxito que han conseguido con los productos bajo licencia, como sus series de los Ghostbusters (Cazafantasmas) o Spirit. Una línea en la que decidieron incidir con nuevos productos basados, por ejemplo, en la película Regreso al Futuro o Heidi, a los que se añadirán otros este 2021. Unos productos que, además del infantil, también encuentran eco entre el público adulto nostálgico.

Los clicks aterrizaron inicialmente en España de la mano de Famobil, la sociedad conjunta que constituyeron la firma alemana creadora de estos muñecos y la juguetera local Famosa. Sin embargo, en los años ochenta Playmobil decidió establecerse directamente en el país con la creación en Onil de Playmobil Ibérica.