Ni los juguetes se han podido librar de las consecuencias de la pandemia de coronavirus. Los niños han pasado más horas en casa, con más tiempo, por tanto, para jugar, pero eso no se ha reflejado en un incremento de las ventas, sino todo lo contrario. A falta de contar con cifras definitivas, el sector calcula que la facturación de 2020 se habrá reducido alrededor de un 5%, toda vez que el consumo en España cayó un 7%, mientras que las exportaciones, pese a apuntar hacia ligeros crecimientos, no lograron compensar este desplome del mercado interno. Las restricciones vinculadas a la crisis sanitaria han tenido mucho que ver con estos resultados negativos, y más en concreto las limitaciones comerciales y la reducción de las reuniones familiares. También el deterioro de la economía doméstica se esconde detrás de este descenso.

La empresa de investigación de mercados NPD Group ha hecho públicos los datos correspondientes al consumo de juguetes en España en 2020, el cual ha sufrido una reducción del 7% respecto al ejercicio anterior, al quedar situado en 929 millones de euros. Para el director general de la firma, Fernando Pérez, se trata de un resultado «aceptable», teniendo en cuenta que las tiendas permanecieron cerradas cerca de tres meses durante el confinamiento, y si se compara con el desempeño de otras industrias más azotadas por los efectos de la pandemia. Con todo, la campaña de Navidad, que genera más de la mitad de la ventas anuales de este sector, acusó el deterioro de la economía en muchos hogares, así como el avance del virus, que obligó al cierre de comercios en varias regiones y a limitar las reuniones familiares durante las fiestas, con el consiguiente impacto en la entrega de regalos.

Pese a los intentos de la industria y los distribuidores por adelantar y escalonar las compras durante la campaña, el patrón de comportamiento se mantuvo intacto y los españoles volvieron a esperar a última hora para adquirir sus juguetes. Así, el mes de diciembre concentró el 47,6% de las ventas de 2020, un peso ligeramente superior al registrado en ejercicios anteriores.

En lo que respecta a las exportaciones, que suponen el 40% del total de la facturación, el sector se encuentra a la espera de conocer los resultados de diciembre. En noviembre el acumulado reflejaba un descenso del 1%, aunque la previsión es de mejora en el último mes del año, para acabar el ejercicio con un crecimiento de entre el 1% y el 3%. De cumplirse estas estimaciones, la facturación de las empresas españolas se reduciría un 5%, para quedar situada en 1.560 millones de euros, mientras que en el caso de la provincia de Alicante, principal centro productor, rondaría los 495 millones.

El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (Aefj), José Antonio Pastor, lamenta que, «a pesar de que los niños, a causa del confinamiento, han tenido más tiempo de ocio, eso no se ha reflejado en las ventas. La reducción de las reuniones familiares ha influido, así como el impacto de la crisis en la economía doméstica, pero también las restricciones que han estado afectando al comercio, sin que el juguete, pese a las buenas palabras, continúe sin tener la consideración de producto esencial».

De ahí que tanto la patronal juguetera como la Asociación Española de Productos para la Infancia (Asepri) reclamen al Gobierno este reconocimiento no sólo para los juguetes, sino también para los productos relacionados con la puericultura, la confección y el calzado infantil, con la finalidad de «garantizar el suministro de estos artículos para bebés y niños, seguros y certificados, durante esta pandemia».

Como ya se avanzó, las ventas online se han duplicado este año hasta alcanzar el 40%, aunque sin llegar a compensar tampoco la caída registrada en las tiendas.

Pastor lamenta que España figure entre los países que más han acusado a nivel internacional la caída en el consumo de juguetes, poniendo como ejemplo contrario los crecimientos del 16% en EE UU, 15% en Holanda, 9% en Alemania o 5% en Reino Unido. «Aquí la gente no ha podido salir con normalidad para aprovisionarse de los productos, mientras que en otros mercados no se ha restringido tanto la comercialización», subraya Pastor.

La pandemia de coronavirus está condicionando todo el calendario ferial del sector juguetero, hasta el punto que los principales certámenes internacionales, previstos para el inicio del año, han quedado pospuestos para más adelante.

La feria de Núremberg, la cita por excelencia del sector, está previsto que se celebre entre los días 20 y 24 de julio, y contará además con un formato digital para la promoción de las empresas participantes a partir del 25 de enero. El certamen de Hong Kong también ha sido aplazado al mismo mes, entre los días 26 y 29, consolidando en un solo evento las siete ferias internacionales programadas para abril.

En lo que respecta a la New York Toy Fair, tras la decisión de cancelar el evento para 2021, se ha dado marcha atrás para convocarlo entre los días 1 y 4 de mayo. El certamen de Milán se ha fijado para los días 25 y 26 de abril, mientras que la feria para distribuidores de Londres está programada entre el 1 y el 4 de junio.

Con todo, el presidente de la Aefj, José Antonio Pastor, señala que estas fechas siguen expuestas a la evolución de la pandemia.

Triunfan los puzzles y los juegos de mesa

Los consumidores españoles, para amenizar las largas semanas transcurridas en casa, se decantaron en 2020 por aquellos productos que consumen más tiempo, y no sólo dirigidos a niños. Este es el caso de los puzzles, que dispararon sus ventas un 30%, y los juegos de mesa y sets de construcción, con crecimientos del 6% y el 5% respectivamente. También en un año con menos viajes, aumentaron un 28% las compras de juguetes de verano-agua y equipamiento de jardín.

La pandemia aplaza el calendario ferial del sector

Los certámenes internacionales de Núremberg y Hong Kong se posponen hasta julio

Los consumidores españoles, para amenizar las largas semanas transcurridas en casa, se decantaron en 2020 por aquellos productos que consumen más tiempo, y no sólo dirigidos a niños. Este es el caso de los puzzles, que dispararon sus ventas un 30%, y los juegos de mesa y sets de construcción, con crecimientos del 6% y el 5% respectivamente. También en un año con menos viajes, aumentaron un 28% las compras de juguetes de verano-agua y equipamiento de jardín.