Mal año para el operador de helicópteros Babcock, que vio caer ligeramente su facturación y elevó los números rojos que ya arrastra desde hace tres ejercicios. Unas pérdidas que, por si fuera poco, ahora también afectan a la filial de mantenimiento de sus aeronaves, que la compañía potenció hace par de años dentro de la reestructuración societaria que realizó para protegerse de las posibles consecuencias del Brexit, puesto que su matriz es británica.

La antigua Inaer, que mantiene su domicilio social en el aeródromo de Mutxamel, cerró su último ejercicio fiscal -finalizado el pasado 31 de marzo- con una cifra de negocio de 131,9 millones, lo que supuso un pequeño descenso del 1,5% sobre las cifras del año anterior, de acuerdo con las cuentas que Babcock MSC España ha depositado en el Registro Mercantil. Sin embargo, los resultados experimentaron un deterioro mucho mayor, ya que la compañía profundizó en sus pérdidas, que alcanzaron los 7,6 millones de euros, un 59% más que el año anterior.

Unos resultados a los que los gestores de la firma restan importancia al atribuirlos a haber formalizado «un deterioro de valor de activos de naturaleza excepcional», según consta en el informe de gestión que acompaña a los balances. Una situación a la que sus responsables confían en dar la vuelta en los próximos ejercicios.

No en vano, según recoge el informe, al cierre del ejercicio la compañía acumulaba contratos firmados con diversas administraciones públicas por valor de 210 millones de euros, para ejecutar en los próximos cuatro ejercicios. Una cifra que, incluso, se habría incrementado desde entonces ya que en los últimos meses Babcock se ha adjudicado nuevos concursos, como el del transporte aéreo sanitario de la Junta de Andalucía, el del País Vasco o varios contratos más de la campaña contra el fuego del Ministerio de Transición Ecológica.

En este sentido, el operador señala que en su último ejercicio la mayor facturación, un 38%, procedió de los servicios de salvamento que presta; otro 28% de su participación en la extinción de incendios; un 21% por los servicios de rescates; otro 3% de Protección Civil; y cantidades similares de la realización de vigilancias e inspecciones o de transporte.

En cualquier caso, a los números rojos de la firma principal del grupo en España hay que sumar también los malos resultados de Babcock MSC Fleet Management, la filial que es propietaria de los helicópteros y que se encarga de su mantenimiento. Una sociedad que vio caer un 25% su facturación, hasta los 67,1 millones, y que pasó de unos beneficios de 5,4 millones en marzo de 2019, a unas pérdidas de 16,5 millones en el mismo mes de 2020, según sus cuentas oficiales. Un resultado negativo que se debió a la venta de tres aeronaves, según consta en el documento.

Impacto de la pandemia

Aunque al trabajar para la Administración no debería verse especialmente afectada, Babcock ha puesto en marcha diversas medidas para hacer frente a las consecuencias del covid. Entre ellas, aplazar las inversiones no esenciales, limitar la contratación de personal eventual o suspender el reparto de dividendos hasta que pase la pandemia.