El Banco Central Europeo (BCE) podría tener una moneda digital "en los próximos cuatro años", dijo este miércoles su presidenta, Christine Lagarde, en un seminario virtual organizado por la revista "The Economist".

Lagarde explicó que la institución ha iniciado las consultas y pruebas necesarias para desarrollar ese euro digital y reconoció que China, que prepara el lanzamiento del yuan, "va a la cabeza", por lo que es un área en la que hay que "acelerar el proceso todo lo posible".

A preguntas de la directora de "The Economist", Zanny Minton Beddoes, la presidenta del BCE indicó que espera que la creación de la moneda para la zona euro se prolongue "menos tiempo" que los aproximadamente seis años que ha llevado a Pekín preparar su criptodivisa.

"Es difícil decir, pero afirmaría que en los próximos cuatro años estaremos allí", declaró.

Lagarde subrayó que hay que asegurarse de que la futura moneda digital, que "no sustituiría a los billetes bancarios" en papel, sea "respetuosa con la privacidad" y que no facilite la "venta de datos" personales o "los explote".

La divisa digital auspiciada por el BCE sería canalizada a través de los bancos y sería "completamente segura".

"Tenemos en mente la estabilidad del sistema, debemos ser cuidadosos de que sea un método de pago y no para la especulación, que no se emplee para explotar la estabilidad del sistema bancario", mantuvo.

En la conversación, Lagarde opinó que la "bitcoin" "no es una moneda" digital, pues carece de los elementos de "estabilidad que se requieren" para cumplir esa definición, y mantuvo que es más bien un "criptoactivo" que se está "explotando" de diferentes maneras.

Descartó que los bancos centrales compren "bitcoin" para sus reservas: "Creo que es altamente improbable, por no decir imposible", declaró.

Durante su intervención, Lagarde elogió la "impresionante" gestión de la pandemia por las autoridades de la Unión Europea (UE), incluido el BCE -salvo las últimas dificultades con las vacunas-, y admitió que la crisis ha incrementado las desigualdades a nivel global.

Subrayó que, en la recuperación en cada país, habrá de tenerse en cuenta que las mujeres "han padecido enormemente el empeoramiento de la desigualdad" económica derivada de la crisis sanitaria.

Lagarde también señaló que los países europeos deben mantener los estímulos económicos y fiscales al menos durante 2021 "y seguramente más allá", dependiendo de cómo avancen la vacunación y otras medidas de contención del virus.