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La contratación a través de agencias de colocación cae un 30% durante la pandemia

Las denominadas ETT gestionan 61.382 puestos en la provincia hasta noviembre frente a los más de 86.000 del año pasado - El tirón de la logística o la agricultura no logra compensar el hundimiento del empleo temporal en el turismo

Un interesado consulta las ofertas de una empresa de colocación, en una imagen de archivo. |

Los efectos de la pandemia de coronavirus también alcanzan a las empresas de selección de personal, las populares ETT. A pesar del aumento de demanda en algunos sectores, como la logística o la agricultura, el desplome de actividad de los principales clientes de estas compañías en Alicante, como son la hostelería y el turismo, provocó un considerable desplome de las contrataciones que gestionan habitualmente, lo que también se tradujo en una merma de su facturación, que afectó especialmente a las firmas de menores dimensiones.

En concreto, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Trabajo, entre los meses de enero y noviembre las ETT formalizaron en la provincia 61.382 contratos de puesta a disposición, que es como se denomina a los empleos que gestionan para sus clientes. Una cifra que supuso una caída de casi un 30% sobre la del mismo periodo del año anterior, cuando fueron más de 86.000. Se trata de una caída algo mayor que la registrada a nivel nacional, del 24%, aunque en línea con el batacazo que sufrió el conjunto del empleo en la provincia.

Lo cierto es que el año arrancó con buen pie para las ETT, que en enero y febrero habían visto crecer la demanda de sus servicios más de un 20%, gracias al impulso que ya experimentaban actividades como lo logística, vinculada al crecimiento del comercio electrónico, y algunos perfiles digitales. Sin embargo, todo se truncó repentinamente a partir de marzo, cuando el coronavirus paralizó la actividad y, como era de esperar, el empleo temporal fue el primero en resentirse. Y más en el caso de las ETT, que suelen emplearse para reforzar picos de producción que, evidentemente, no se dieron.

La situación tocó suelo en mayo, cuando el recorte del número de contratos gestionados superó el 50%, pero el verdadero problema llegó en verano cuando la cifra seguía un 49% por debajo de lo habitual, y sólo mejoró ligeramente en los meses sucesivos. Una evolución que el director regional de Adecco, Víctor Tatay, atribuye directamente a la falta de las contrataciones que habitualmente se registran en la hostelería y el turismo durante la temporada alta, que suponen el mayor volumen de actividad para las firmas de empleo temporal en la zona. Por si fuera poco, en muchos de estos negocios el golpe para las ETT fue mayor que la media del mercado. Por ejemplo, mientras las contrataciones de bares y restaurantes se desplomaron de media un 52%, en el caso de las gestionadas por las empresas de empleo temporal descendieron un 73,3%.

Las cifras globales podrían haber sido peor de no ser por las mayores peticiones que llegaron desde la agricultura, la industria alimentaria, las cadenas de supermercados, el sector sociosanitario o las compañías de logística, que se encargan de repartir los pedidos que se realizan online, según apuntan también desde Randstad.

En cualquier caso, el descenso de las contrataciones no se trasladó en la misma medida a la facturación del sector, que en el conjunto del año sólo descendió alrededor de un 10% a nivel nacional, según las estimaciones de la patronal Asempleo. En este sentido, el director del Gabinete Técnico de esta organización, Alejandro Constanzo, señala que las ETT locales, de menor tamaño y que suelen depender más de un mismo tipo de clientes, son las que se llevaron la peor parte, mientras que las grandes firmas del negocio han resistido mejor, gracias a su músculo financiero y a una cartera de clientes más diversificada sectorialmente.

Lo que no ha cambiado la pandemia es la tipología de los contratos. Así, prácticamente dos terceras partes de los empleos gestionados en la provincia por las firmas de empleo temporal hasta noviembre (39.758) se justificaron por «circunstancias de la producción», frente a otro 34% (21.211) que fueron por obra y servicio, y sólo un 0,7% (411) que fueron por interinidad.

No obstante, también hay espacio para la esperanza. Según apunta el director regional de Adecco, en enero aumentaron un 14% las ofertas de empleo publicadas en los portales, lo que podría anticipar cierta mejora. El perfil más demandado fue el de comercial de ventas (12,7% de las ofertas), seguidos de los puestos relacionados con las tecnologías de la información (11,3%).

Los ERTE contienen la llegada de nuevos usuarios

Por el momento, los efectos de la pandemia no han modificado el perfil de trabajador que busca empleo a través de las ETT, y que siguen siendo mayoritariamente jóvenes de 25 a 35 años, que compatibilizan estudios y empleo o que están iniciando sus carreras laborales. «Hay que tener en cuenta que todas las personas que están en los ERTE no son desempleadas, por lo que no están buscando trabajo», recuerda el jefe del Gabinete Técnico de Asempleo, Alejandro Constanzo. Además, todo el mundo confía en que se tratará de una crisis más corta, por lo que no se esperan las mismas consecuencias en el mundo laboral que en la anterior recesión.

No obstante, de momento lo que sí se ha empezado a registrar es un trasvase de sectores entre aquellos que ya eran usuarios de esta compañías. Muchos de los que ocupaban empleos temporales en la hostelería han tenido que pasar a otro tipo de actividades como la de mozo de almacén o peón industrial, según apunta el director regional de Adecco, Víctor Tatay. En perfiles más cualificados, los empleos relacionados con la digitalización son los que más tiran.

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