La concesionaria del segundo hospital de Elche logró mejorar notablemente su beneficio en 2019 tras conseguir que los tribunales le dieran la razón y la Generalitat le compensara por los retrasos que sufre en el abono de sus facturas. Así consta en las cuentas que Elche-Crevillente Salud SA -más conocida por el nombre comercial de Vinalopó Salud- ha depositado en el Registro Mercantil, y que también reflejan el ligero aumento de facturación que consiguió la firma en el último ejercicio antes de la pandemia, por el aumento de la población que tiene a su cargo y la actualización del precio que abona el Consell por la atención sanitaria que presta.

En concreto, la filial de Ribera Salud consiguió cerrar el ejercicio con una cifra de negocios de algo más de 126 millones de euros frente a los 121 de 2018, lo que supuso un incremento del 4%. Una mejora de ingresos que llegó por el aumento de los pagos de la Generalitat por la gestión del área de salud, que rozaron los 115 millones de euros, pero también por los mayores cobros por los servicios que presta a otras concesiones, como la de Dénia o Torrevieja, que le reportaron 6,8 millones frente a los 5,2 del ejercicio anterior. Se trata, principalmente, de los pacientes que les llegan derivados desde estos otros departamentos a sus unidades de cirugía cardíaca y de medicina nuclear, en las que son uno de los centros de referencia de la provincia, según apuntó ayer el director financiero de la compañía, Pedro Munuera.

Frente a este ligero incremento de la facturación, los beneficios crecieron en mucha mayor medida, hasta más que triplicarse, al pasar de los 1,2 millones contabilizados en 2018, a los casi 4,2 millones que consiguió en 2019. La clave de esta evolución, como explican las propias cuentas y corroboró ayer Munuera, está en las reclamaciones que la concesionaria presentó para exigir que la Generalitat le abonara intereses de demora por los retrasos en el abono de sus facturas.

De momento, Vinalopó Salud ha logrado que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad le dé la razón con respecto a su demanda sobre los años 2015 y 2016, lo que ha supuesto unos ingresos adicionales de 2.521.000 euros, a los que ha sumado otros 184.000 euros por las medidas cautelares dictadas por el tribunal con respecto a su reclamación de los ejercicios 2017 y 2018.

Desde la concesionaria mostraron su satisfacción por esta sentencia -que la Conselleria no recurrió- y también señalan que, pese al aumento, la cifra de beneficios sigue bastante por debajo del máximo del 7,5% de rentabilidad que fija el contrato de concesión.

En cualquier caso, no es la única disputa que la compañía mantiene con la Generalitat Valenciana. Vinalopó Salud también presentó otra demanda para exigir el equilibrio de la concesión al considerar que se habían realizado cambios que alteraban las condiciones originales de la adjudicación. Entre ellos, la obligación de asumir determinados costes farmacéuticos o cambios en los criterios para determinar la población protegida, que han disminuido la cifra de pacientes. En este caso, el TSJ rechazó sus pretensiones, por lo que la firma presentó un recurso en el Supremo.

Vinalopó Salud empleó a una media de 1.162 trabajadores en 2019, de los que 818 fueron mujeres y 344, hombres.