La Comunidad Valenciana y Murcia son las únicas autonomías que "sistemáticamente han recibido una financiación per cápita inferior a la media española", desde que se puso el actual sistema de redistribución de recursos entre administradiones en 2002. Mientras que, por el contrario, Asturias, Cantabria, La Rioja, Aragón, Extremadura y Castilla y León siempre han obtenido más dinero que el resto.

Ésa es una de las conclusiones del informe "45 años de evolución económica, social y empresarial de las Comunidades Autónomas en España", que han elabrado el Consejo General de Economistas y la Cámara de España para analizar el funcionamiento del modelo de estado a lo largo de este tiempo. Un modelo que, en términos generales puede considerarse positivo, ya que ha conseguido reducir en más de 30 puntos porcentuales las diferencias de renta entre las distintas regiones del país, aunque no todas las comunidades salen igual de bien paradas.

Es el caso de la Comunidad Valenciana, que presenta en la actualidad una distancia con la renta media nacional mayor de que la tenía al inicio del periodo predemocrático. En concreto, si en 1975 la riqueza por habitante de la autonomía se situaba en el 95,5% de la media nacional, en 2019 este indicador se situaba en el 89,6%.

El motivo hay que buscarlo en el importante aumento de población que ha registrado la autonomía en este tiempo, con un crecimiento de más del 52%, sobre todo a partir del año 2000. Un crecimiento que ha sido mayor del que ha experimentado la economía, lo que ha hecho que la renta media se diluya.

En parte porque la productividad por trabajador también es inferior, en concreto de 52.792 euros por ocupado, frente a los 58.526 euros de la media nacional, lo que está relacionado con los sectores económicos predominantes en la zona y también con el menor tamaño de sus empresas.

A todo lo anterior, hay que sumar el hecho de que el sistema de financiación autonómica aprobado en 2002 no ha tenido el efecto de redistribución de la riqueza entre regiones que hubiera sido lógico. Al menos en el caso de la Comunidad Valenciana. Así, a pesar de tener menos renta, la autonomía ha recibido sistemáticamente menos recursos que la media, lo que también ha supuesto un freno para su desarrollo.

En este sentido, el peor año fue 2009, cuando la Comunidad recibió 230 euros menos por habitante, y el mejor, 2005, cuando fueron 110 euros.