Otro año en negativo para Levantina, la mayor empresa del sector de la piedra natural de la provincia. La compañía noveldense volvió a acusar en sus cuentas la caída de demanda que afecta a todo el negocio del mármol alicantino y cerró 2019 con un nuevo descenso de su facturación del 13%, que propició un aumento de los números rojos que arrastra desde el año 2014, a pesar de los intentos de sus gestores por revertir la situación.

Según los balances consolidados que el grupo propiedad del fondo Bybrook ha depositado en el Registro Mercantil, la firma logró el citado año una cifra de negocio de 135 millones de euros, 20 millones menos que el ejercicio anterior y prácticamente la mitad de las cifras que firmó en 2013, cuando sus ingresos ascendieron a 249,5 millones. Más lejos aún quedan los 360 millones que llegó a ingresar anualmente antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.

El descenso del último año vino dado tanto por la caída del mercado nacional, donde las ventas de piedra de la compañía pasaron de 53,3 a 47,7 millones de facturación, como por el retroceso de las exportaciones, que cayeron de 99,3 a 84,9 millones. Un mal ejercicio que, igualmente, se notó en la prestación de servicios, que también facturaron menos.

Como era de prever, este retroceso de la cifra de negocio se convirtió en un aumento de las pérdidas, ya que los gastos no disminuyeron en la misma proporción y, en concreto, los de personal incluso aumentaron por las indemnizaciones del ERE que aplicó para reducir su plantilla. De esta forma, los números rojos pasaron de 24,8 millones en 2018 a 36,2 millones en 2019, un 45% más.

Un repunte que, eso sí, también queda lejos de los récords que alcanzaron los resultados negativos de 2016 y 2017, cuando la compañía noveldense perdió, respectivamente, 77 y 117 millones de euros, por el saneamiento de sus balances antes de su traspaso a sus actuales propietarios.

En cualquier caso, la firma ya ha tratado de enderezar estos resultados con nuevas medidas a lo largo de 2020. Así, en febrero pactaba un nuevo ERE de 45 trabajadores con la plantilla, y el pasado mes de diciembre comunicaba al Registro Mercantil su decisión de dividir el negocio en tres sociedades distintas, que mantendrán contabilidades separadas, según confirman fuentes del comité de empresa de la firma. De esta forma, se pretende el mal momento que parece atravesar el mármol no afecte al resto de divisiones, que presentan mejores perspectivas.

Así, se ha creado Levantina Mármol para este material; LevGranite, para canalizar la transformación y venta de granito, que tiene mayor salida en estos momentos; y Levantina Techlam para concentrar en esta firma la apuesta del grupo por competir en el sector de los revestimientos porcelánicos. Una apuesta que parece estar dando su fruto, ya que en 2019 ya representó el 24% de la producción, según el Estado de Información no Financiera que acompaña a los balances.

En cualquier caso, además de sus propios problemas, la compañía ha tenido que hacer frente a lo largo de 2020 a las consecuencias del covid, que han afectado a su actividad. Así, la marmolera tiene a su plantilla en ERTE desde abril en turnos rotatorios de aproximadamente la mitad de los trabajadores. Un ERTE que la firma acaba de prorrogar hasta el mes de julio, según el comité de empresa.