El coronavirus ha doblegado también la curva de crecimiento del alquiler turístico de viviendas en la provincia, y más en concreto en sus principales referentes, como son Alicante y Benidorm. Según los datos facilitados por la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (Hosbec), la facturación de las plataformas de comercialización se redujo el año pasado en 18,6 millones de euros en el caso de Alicante, y en 12 millones en el caso de Benidorm.

El pasado mes de marzo se desencadenó en España el peor episodio de la historia del turismo ya no sólo a escala nacional sino mundial. La crisis sanitaria originada por el covid-19 le ha golpeado de lleno, siendo uno de los sectores más afectados por esta pandemia. El confinamiento de la sociedad, la reducción de la movilidad y como consecuencia la disminución al mínimo de operatividad de las aerolíneas han provocado que los flujos de turistas hayan quedando prácticamente congelados, sobre todo, a nivel internacional. Una situación de gran complejidad que ha generado un impacto sin precedentes sobre los alojamientos turísticos y por supuesto, en la comercialización turística de las viviendas.

Benidorm

Según revelan los datos de la herramienta MarketMinder de Airdna, la media anual de propiedades turísticas durante el año de 2020 en Benidorm fue de 1.954, ligeramente inferior al total recogido en 2019 (-2%). Teniendo su mayor número de propiedades activas en el periodo comprendido entre los meses de junio a octubre. La oferta disponible eligió en un 66% a Airbnb como plataforma preferida de comercialización, seguida en un 22% por Vrbo y un 12% en ambas.

Los datos de ocupación se mantuvieron a principios de año, pero la llegada de la pandemia provocó que no se volviese a alcanzar durante el resto del año los valores registrados durante 2019. Esto tuvo un impacto directo sobre los ingresos totales recaudados, que descendieron un 44,3% en relación al año pasado.

El total de los ingresos recaudados durante el año 2020 se cifran en 15 millones, siendo las casas enteras las que más recaudaron más, representando un 99% del total. La facturación anual es un claro reflejo de la desastrosa situación vivida desde marzo, ya que se traduce en una pérdida de más de 12 millones, de los cuales el 85% se quedaron en el camino de junio a octubre.

La tarifa media diaria (ADR) alcanzói sus puntos más altos en julio y agosto, llegando a los 104 euros de media en propiedades completas. En el caso de las habitaciones privadas noviembre fue el mes que más se encareció, a 50 euros la noche, seguido de octubre y agosto

Respecto a los destinos próximos a Benidorm, se observa como las tarifas de viviendas más caras se encuentran en La Nucía (144€ de ADR) seguidas de Calpe y Altea con 127€ y 126€ respectivamente. En cuanto a los mayores ingresos mensuales medios por vivienda disponible se dan en Calpe con 1.041€ de RevPar mensual.

Alicante

La ciudad de Alicante contó con una media anual de viviendas turísticas durante el año de 2020 de 3.177, con un descenso del 12%. Las casas enteras, que representan la mayoría de estas propiedades, contaron con mayor disponibilidad de viviendas en el mes de julio (2.564), observándose a partir de este mes una caída paulatina hasta diciembre con 2.142 propiedades activas. Airbnb triunfó como plataforma de comercialización con un 85% de la oferta frente a un 6% de Vrbo y un 9% que se encuentra en ambas.

Respecto a los datos de ocupación, al igual que en Benidorm, el año empezaba con buen pie manteniendo prácticamente los datos del año anterior tanto en casas enteras como en habitaciones privadas. Sin embargo, a partir de marzo los datos no lograron superar las ocupaciones mensuales registradas en 2019 hasta el mes de diciembre. Para ambos tipos de propiedades turísticas, el dato más álgido se anotó en agosto con un 68% en el caso de las casas enteras y un 52% en las habitaciones compartidas.

El año 2020 dejó más de 19 millones de ingresos totales, nada más y nada menos que un 49,3% menos que durante el ejercicio anterior, lo que supone 18,6 millones de euros menos que en 2019. La facturación anual cayó en picado, con pérdidas llamativas como las de los meses de verano (de junio a agosto) en los que se perdieron casi 10 millones de euros respecto al año pasado.

La tarifa media diaria (ADR) alcanzó su punto más alto en agosto llegando a los 92 euros en el caso de las casas enteras y 27euros en las habitaciones privadas. Datos que coinciden con los meses de mayor recaudación de ingresos y ocupación durante 2020.

Finalmente, respecto a la ventana de reservas, osciló entre los 43 y 83 días, realizándose el mayor volumen de reservas en todos los meses en la semana previa al viaje (0-6 días antes). Este último dato está totalmente asociado a la incertidumbre generada por la pandemia y al sometimiento de cambio constante.