A pesar del parón forzoso al que se vio obligado durante los meses del confinamiento, el fabricante de tejas La Escandella logró consolidar e, incluso, aumentar su facturación durante el pasado año, gracias, entre otras cosas, al interés por la reforma y rehabilitación de viviendas unifamiliares que provocó la pandemia. Así, lo asegura el director general de la compañía, Alfred Vincent, que recuerda que son este tipo de inmuebles los que utilizan sus productos.

De esta forma, la firma cerró 2020 con unos ingresos cercanos a los 35 millones de euros, tras crecer un 2,5% durante el último ejercicio, de acuerdo con los datos facilitados por la propia compañía. Se trata del octavo año consecutivo de crecimiento de facturación de la firma, desde que en 2012 sus cifras tocaran suelo, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Precisamente, la crisis de hace una década obligó a la empresa a solicitar el concurso de acreedores en 2009 para reestructurar su deuda, una situación que dejó atrás definitivamente en 2019, cuando llegó a un acuerdo con el fondo Sandton para que adquiriera sus créditos con la banca y dar por concluido el convenio.

Gracias a su buena evolución, el año pasado la compañía cerró un nuevo acuerdo, en este caso con la firma de capital riesgo Alantra, que le facilitó la financiación necesaria para recomprar la deuda al fondo norteamericano y normalizar por completo su situación financiera.

En cuanto al balance del último año, el director general de La Escandella destaca el importante rebote que experimentó la demanda en el segundo semestre a raíz del interés que generó la pandemia por reformar y rehabilitar viviendas unifamiliares, tras el largo periodo de confinamiento en el que muchas familias fueron conscientes de las limitaciones de sus hogares. Un aumento de ventas que se registró tanto en España, como en Europa, según Vincent.

El ejecutivo, además, confía en que el aumento de la demanda se mantenga también este año -para el que prevén una nueva subida de facturación de entre el 2% y el 4%- impulsada por los proyectos para la mejora de la eficiencia energética de los hogares. No en vano, recuerda que en las casas aproximadamente entre el 25% y 30% de las pérdidas de calor se producen por los tejados, por lo que resultan claves en este proceso. Desde la compañía confían en que los fondos europeos contribuyan a expandir este mercado.

Igualmente, el director general de la firma recuerda que la construcción de obra nueva mantuvo una importante inercia en la última parte del año, para finalizar los proyectos que ya tenía en marcha, aunque frenara el inicio de nuevas promociones.

Junto a lo anterior, otro de los factores que han contribuido a la mejora de las cifras de La Escandella es que la compañía ha asumido la fabricación de pavimentos de terracota que hasta 2019 realizaba la matriz del grupo, Cerámica Román Brotons, que el año pasado cesó su actividad productiva.

Del total de facturación de la compañía, alrededor de 15 millones, aproximadamente un 40%, se concentra en el mercado nacional, mientras que la mayoría de sus ingresos procede de la exportación. La firma está presente en 77 destinos, entre los que destacan países europeos, como Francia, o Reino Unido, en el que ha logrado un notable crecimiento en el último ejercicio, según su director general. Pero, además, La Escandella cuenta con importantes carteras de clientes en destinos más lejanos, como Australia, Corea del Sur o la India.

Para lo que aún habrá que esperar es para conocer los resultados del ejercicio, aunque desde la compañía aseguran que han logrado mejorar el ebitda. De momento, en 2019 la firma cerró con 2,4 millones de euros de beneficio neto, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, más del doble que el ejercicio anterior.

La firma se suma a la fiebre por la energía solar

Entre las apuestas de La Escandella para seguir creciendo está la teja fotovoltaica que ha creado y con la que confía en hacerse un hueco en el mercado del autoconsumo. La firma lleva años desarrollando este proyecto, que permite reducir la factura eléctrica sin alterar la estética de las viviendas y que presentó oficialmente durante la celebración de la feria Cevisama de 2019.