Marcela Fernández es abogada experta en relaciones laborales con amplia experiencia en negociación colectiva, relaciones con los sindicatos y mediación. Además, es miembro de la Asociación Española de Fundaciones y del Consejo Autonómico Valenciano de Fundaciones. Desde el año 2019 dirige AEPA, una asociación pensada para dar voz a las mujeres empresarias y poner en marcha acciones que minimicen el impacto de situaciones como la brecha salarial y digital que afecta al sector femenino en el mundo laboral.

¿Qué papel juegan las mujeres en el tejido empresarial de Alicante?

El camino de desarrollo profesional de las mujeres no ha estado exento de dificultades, no obstante la situación se va normalizando y esas cuotas que no nos gustan están haciendo su efecto, dando visibilidad al talento femenino que hay en las empresas.

En Alicante tenemos una buena cantera de profesionales ya que el 55% del alumnado de la Universidad está ocupado por mujeres, que además obtienen un mejor rendimiento académico, 5 puntos por encima que sus compañeros. A nivel directivo y profesional, la presencia femenina en puestos de alta dirección es escasa, y en el ámbito de las organizaciones, se aprecia un avance en el liderazgo femenino, que debemos continuar promocionando para que esta circunstancia no sea una excepción, sino una normalidad.

Hay mucho camino por recorrer, sobre todo teniendo en cuenta que en el ultimo año se ha retrocedido en posicionamiento y brecha salarial, y desde luego porque hoy nadie duda que el impacto de la crisis será mas severo en el mercado laboral y empresarial femenino.

¿Por qué es importante la existencia de una asociación de mujeres empresarias, profesionales y directivas?

Desde el punto de vista particular, AEPA cubre un espacio importante en el conjunto de organizaciones empresariales, que permite avanzar en acciones para visibilizar el talento femenino, posicionar a las empresarias, profesionales y directivas en las estructuras empresariales, y ser una voz autorizada para impulsar la igualdad y poner en marcha acciones que minimicen el impacto de situaciones como la brecha salarial y la brecha digital que afectan a las mujeres en el mundo laboral.

Desde el punto de vista general, en estos momentos, pertenecer a una organización empresarial cobra todo su sentido para la asociación y para la asociada, estableciendo una plataforma de impulso de nuestros productos para promover el consumo, dando mayor visibilidad a las empresas que pertenecen a la organización. Sentir que no estamos solas: esta es ahora nuestra razón de ser.

¿Cómo cree que va avanzando la legislación en materia de igualdad en nuestro país?

Actualmente nos encontramos inmersos en un proceso de desarrollo de los Planes de Igualdad que abren una magnífica oportunidad para nuestras empresas para hacer un diagnóstico certero de cómo estamos en materia de igualdad, conciliación y lucha contra la violencia de género y cualquier tipo de acoso en las empresas.

En Alicante, con un tejido productivo compuesto principalmente por micropymes donde la media de trabajadores por empresa es menor de 10, hablar de la obligatoriedad de elaborar planes de igualdad estaba muy lejano cuando el umbral de la norma estaba en empresas de más de 250 trabajadores. Pero ahora, tras el Real Decreto-ley 6/2019, de 1 de marzo, de medidas urgentes para garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación, la norma nos acerca progresivamente a abordar esta materia hacia empresas de más de 50 trabajadores que deberán tener los deberes hechos para marzo de 2022.

Si bien la negociación colectiva a través de los convenios ya había promovido el compromiso de los agentes sociales en desarrollar los Planes de Igualdad, es ahora el momento en que las empresas deben asumirlos como parte de su propia filosofía, e integrarlos como pilar fundamental de su estrategia de desarrollo interno.

Por otro lado, quiero aprovechar la situación actual para plantear un debate serio sobre la racionalización de horarios que faciliten la conciliación laboral, y complementarlo con avances en los permisos que siempre se desarrollen paralelamente al compromiso de corresponsabilidad familiar.