Además del turismo o las exportaciones, la pandemia también ha impactado de lleno en la tercera gran fuente de entrada de divisas de la provincia: la venta de viviendas a ciudadanos extranjeros. La incertidumbre provocada por el covid y, sobre todo, la restricción de movimientos y de vuelos hundieron un 30,7% el número de estas operaciones en el sector del turismo residencial, lo que supuso que dejaron de venderse más de 6.800 inmuebles en relación con el año anterior, según las estadísticas del Colegio Notarial de la Comunidad Valenciana.
En concreto, frente a las 22.164 operaciones contabilizadas en 2019, durante el pasado año los compradores de otros países sólo adquirieron 15.344 viviendas en la Costa Blanca, el menor volumen de transacciones desde el año 2013. En términos monetarios, este descenso se tradujo en la pérdida de más de 830 millones de euros en ingresos para la provincia, ya que el volumen total de negocio que movió esta actividad pasó de 3.195 a 2.364 millones de euros.
Una cifra que podría haber caído todavía más de no ser porque el importe medio de cada compraventa aumentó en casi 10.000 euros, hasta situarse en 154.124, lo que también indica que fue el segmento de viviendas más barato el que más acusó el golpe de la pandemia.
«La movilidad ha sido la clave de esta evolución tan negativa. Aquellos países donde han sufrido mayores restricciones para desplazarse o los que se han visto más afectados por la suspensión de vuelos han sido los que presentan los peores datos», asegura el vicedecano del Colegio Notarial, el alicantino Delfín Martínez. De esta forma, entre los principales clientes del sector inmobiliario alicantino el mayor retroceso se produjo con los compradores noruegos, que pasaron de adquirir 1.108 viviendas en 2019 a 465 el año pasado, un 58% menos. Una cifra que, sin duda, tiene mucho que ver con el hecho de que el país nórdico fue uno de los primeros en cerrar sus fronteras en marzo del año pasado y uno de los más contundentes a la hora de adoptar medidas. Y lo mismo puede decirse de los argelinos, que en los últimos años se habían convertido en un mercado cada vez más importante -ante el deseo de muchos ciudadanos de clase media de ese país por contar con una vivienda en el exterior- y que el año pasado sólo protagonizaron 398 compras frente a las 933 de 2019, un 57% menos, debido a a las fuertes restricciones adoptadas por su Gobierno. También cayeron más que la media los rusos (-40,9%) y los suecos (-31,%).
Por el contrario, los mercados que mejor resistieron fueron los belgas, que sólo compraron un 13% menos viviendas en la Costa Blanca que un año atrás; los holandeses, con un retroceso del 20%; o los alemanes, con un -23%. Países que, por un lado, tienen más fácil llegar a la provincia por carretera, como recuerda el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, y donde también parece que la pandemia ha despertado una mayor predisposición al teletrabajo desde zonas con mejor clima.
Por su parte, los británicos se mantienen como los más numerosos, con un total de 2.994 operaciones, un 29% menos. Una cifra que el portavoz de Provia considera «más que aceptable», dadas las circunstancias, ya que en este caso se han unido el covid y los efectos del Brexit. «Lo que está claro es que sigue habiendo interés por la Costa Blanca, aún mantenemos el atractivo, y, a medida que la situación se normalice, los compradores van a volver», asegura Jesualdo Ros. Una opinión que comparte Delfín Martínez que recuerda que, pese al descenso, Alicante concentra el 21% de todas las ventas de viviendas a extranjeros en España.
Torrevieja, Orihuela y Alicante, los municipios con más operaciones
Torrevieja, con 2.646 transacciones, y Orihuela, con 2.307, se mantienen como la meca de los compradores extranjeros de vivienda en la provincia. En el caso de la primera, los suecos son los más numerosos, seguidos por los belgas, mientras que en la segunda predominan los británicos, también seguidos por lo s ciudadanos del estado que aloja la capital europea. Por detrás de las dos grandes ciudades de la Vega Baja se sitúa Alicante, con 1.468 operaciones, muy repartidas entre las diferentes nacionalidades, aunque liderados por argelinos, rusos y franceses. En la lista también destacan Dénia, con 480 compraventas, Calp (447), Santa Pola (412), Xàbia (407), Guardamar (403), Elche (392) y Benidorm (307).
