La Comunidad Valenciana y, por extensión, la provincia de Alicante, cerraron 2020 con un estancamiento en los precios de la vivienda. La cotización, en concreto, se incrementó sólo en un raquítico 1,7%, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El aumento en los pisos de nueva construcción fue de apenas un 5%, mientras que los precios de los de segunda mano se mantuvieron prácticamente inalterables. A esos registros, en cualquier caso, se llegó después de un retroceso en el último trimestre del año, período durante el cual tuvo un mayor peso la ralentización de la demanda como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
De acuerdo con la información difundida por el INE, en el cuarto trimestre el retroceso en los precios de la Comunidad Valenciana fue del 0,2%, destacando la caída del 2,1% en la vivienda nueva frente a la de tan sólo un 0,2% en la de segunda mano.
La evolución de los precios fue bastante similar a la registrada a nivel nacional, donde el crecimiento al cierre del ejercicio incluso fue menor, concretamente del 1,5%. En este caso, la vivienda nueva incrementó su cotización un 8,2%, mientras que la de segunda mano sólo tuvo una subida del 0,4%. En lo que respecta al último trimestre del año, el descenso general fue del 0,8%, con un aumento de medio punto en la vivienda nueva y una caída del 1,1% en la de segunda mano.
El secretario general de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia), Jesualdo Ros, destaca que los porcentajes registrados por la Comunidad Valenciana son extensibles a la provincia. Según sus palabras, «se ha registrado un muy ligero incremento, lo que, teniendo en cuenta el complicado contexto en el que nos estamos moviendo como consecuencia de la pandemia de coronavirus, es un dato hasta cierto punto positivo. De hecho, refleja una estabilidad en el mercado inmobiliario».
Ros reconoce que «ha habido una reducción de la actividad en lo que respecta a nuevo producto, pero las empresas se están mostrando fuertes en cuanto a su situación de solvencia, lo que les va a permitir afrontar esta situación tan delicada y esperar a que la actividad remonte cuando llegue la recuperación».
El problema es cuándo va a llegar esa ansiada recuperación. Según el secretario general de los promotores alicantinos, «todos estamos expectantes para ver cómo se desarrolla el proceso de vacunación y se puede ir recuperando la normalidad y la actividad económica. Esperemos que se cumplan las previsiones y esa normalidad llegue cuanto antes».
Para entonces, Jesualdo Ros está convencido de que la demanda de viviendas va a volver con fuerza. «De hecho -subraya-, hay mucha demanda potencial. Si las cosas van como deben de ir, vamos a asistir a una recuperación potente que se va a ver reflejada en toda la economía a nivel general, y en la actividad inmobiliaria a nivel particular».
Un factor importante en este sentido es el regreso del turismo. «Las empresas -indica- han hecho un esfuerzo de digitalización para promocionar sus viviendas, pero mientras no se recupere la movilidad, la gente va a tener problemas para venir y firmar sus contratos. Esperemos que se solucione cuanto antes».
