El campo, aunque pueda sonar extraño, tiene en ocasiones componentes que lo asemejan al deporte, por aquello de quien llega primero a los mercados y puede beneficiarse de las ventajas que eso comporta. Pues bien, empleando este símil, se podría decir que los productores de cerezas de la provincia de Alicante se encuentran en estos momentos en una situación muy ventajosa frente a la de sus principales competidores, concretamente el Valle del Jerte y Aragón, dado que el adelanto de la floración les va a permitir irrumpir antes que nadie en las tiendas y disfrutar de los altos precios que rigen en el inicio de la temporada. Por otro lado, y de no surgir ningún contratiempo, la cosecha de esta campaña podría rondar los tres millones de kilos, una producción elevada que, junto a la buena cotización que se prevé para los primeros frutos, va a suponer una tregua para un sector muy expuesto a los caprichos de la meteorología.
La primavera adelantada vivida en el mes de febrero ha tenido efectos sobre el cultivo de los cerezos, cuya floración ha llegado antes de lo previsto. Así lo señala el presidente de la Denominación de Origen (DO) Cerezas Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, quien destaca, además, que el proceso está evolucionando de manera adecuada. Según sus palabras, «la floración tiene buen aspecto, y la polinización también está funcionando bien, como hemos podido constatar por la numerosa presencia de abejas». La bajada de las temperaturas registrada este pasado fin de semana, con algunas heladas en los campos situados en los fondos de los valles, tampoco ha tenido una incidencia reseñable, «por lo que, si se produce alguna merma, será mínima», subraya Calabuig.
Con este panorama, todo parece indicar que las cerezas alicantinas serán las primeras en irrumpir en los mercados. «Por las noticias que tenemos -añade-, tanto el Valle del Jerte como la mayor parte de las zonas productoras de Aragón van por detrás de nosotros, lo que siempre es una noticia positiva si hablamos de precios». Y es que, en el caso de las cerezas, existe una gran diferencia entre lo que se paga por los primeros frutos que llegan al mercado y la cotización del resto de la campaña. El año pasado, sin ir más lejos, las primeras llegaron a pagarse a 15 euros el kilo, cifra que fue reduciéndose de forma paulatina después, con el avance de la campaña, hasta estabilizarse en una media de tres euros.
En lo que respecta a la producción, de no surgir ningún contratiempo, se podrían alcanzar los tres millones de kilos en el conjunto de la provincia, una cifra muy cercana al máximo potencial de la zona productora. Calabuig, con todo, se muestra prudente, «teniendo en cuenta que hablamos de un producto muy sensible a las adversidades meteorológicas, sobre todo las lluvias, que agrietan la fruta y la dejan inservible para la comercialización».
Una prueba de ello fue el año pasado, donde problemas de cuajado propiciaron que la cosecha en la zona de l’Alcoià, El Comtat y la Marina Alta quedara reducida a apenas un 5% debido a problemas relacionados con el cuajado. Beneficiarse de buenos precios y obtener una alta producción, por tanto, supondría un balón de oxígeno para los agricultores.
En similares términos se expresa Alberto Llorens, de la cooperativa agrícola de Planes, quien señala que, «de no surgir imprevistos, empezaremos la recolección la última semana de abril, con lo que estaremos en los mercados antes que la competencia. Eso, sin duda, es una muy buena noticia para el sector».
El adelanto, así como contar con una producción elevada, también beneficiará a las exportaciones. De acuerdo con la información facilitada desde la DO, en estas condiciones resulta factible vender la mitad de la producción fuera de España, principalmente a países de la cuenca mediterránea, como Italia y Francia, aunque también al Reino Unido. Los precios en estos destinos son igualmente más elevados y reportan mayores beneficios.
