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Los ERTE complicanla renta

Una delegación de Hacienda en la Comunidad Valenciana. Activos

Hacienda llama a su puerta. ¿Habrá mazazo para los algo más de 470.000 trabajadores de la Comunidad afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante 2020? A partir del próximo 7 de abril comienza la campaña de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), este año retrasada como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

Los contribuyentes que se han visto afectados por un ERTE por causas de «fuerza mayor», al tener dos pagadores, tendrán que presentar la declaración de la renta si logran ganancias superiores a los 14.000 euros anuales (salvo que los abonos de todos los pagadores a partir del segundo no alcancen los 1.500 euros) y puede que resulte a ingresar. En el caso de que el contribuyente tenga un solo pagador está obligado a presentar la declaración al Fisco si sus ingresos anuales superan los 22.000 euros. El problema es que un trabajador afectado por ERTE, ya sea de suspensión temporal de empleo o de reducción de jornada, no ha elegido tener dos pagadores. Sin embargo, la Ley del IRPF le obliga a declarar esa situación.

Por eso existe cierta preocupación entre las rentas medias. Sea como fuere, tener dos pagadores genera efectos más «psicológicos que financieramente reales». Según el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha, en la mayoría de los casos la percepción por los ERTE no será motivo de retención debido a su escaso importe anual. Si bien, a aquellos trabajadores con pocas cargas personales y familiares la declaración por el IRPF 2020 probablemente les resultará a ingresar.

El presidente de Gestha, Carlos Cruzado, advierte de que el SEPE «ha realizado en ocasiones pagos indebidos a trabajadores que ya habían salido del expediente de suspensión temporal de empleo o reducción de jornada y que después ha reclamado el reintegro de las cantidades abonadas de manera incorrecta». Por otro lado, recuerda que, si el reintegro se ha solicitado en 2020, los datos fiscales de la Agencia Tributaria deberían ser correctos, pero si el SEPE no ha pedido la devolución hasta 2021 podría ser necesario modificar el borrador de la Renta. Para quitar preocupaciones a los contribuyentes los técnicos especifican que los ERTE no aumentan la tributación en el IRPF, sino que la disminuyen porque los ingresos totales en 2020 serán menores de lo esperado, aunque dejan claro que el importe que no se retenga en 2020 tendrá que liquidarse al presentar la próxima declaración.

Según los datos de la campaña de la renta de 2019, un total de 1.607.267 declaraciones del IRPF de la Comunidad Valenciana fueron a devolver, con un importe global de 1.123,4 millones de euros y la cantidad económica media solicitada a devolver fue de 699 euros por contribuyente, según fuentes de Gestha a partir de los datos de la Agencia Tributaria.

Impacto según el Gobierno

El Gobierno también trata de quitar hierro al asunto. Según anunciaba esta semana la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, solo 327.000 trabajadores en ERTE de toda España que no declararon el año pasado tendrán que hacerlo en el ejercicio correspondiente a 2020, lo que podría afectar a unos 40.000 de la Comunidad. Montero indicó que los empleados en ERTE no van a soportar una mayor carga fiscal que la que tienen los que ha estado en su puesto de trabajo en 2020. Para facilitar tareas, van a tener un servicio de atención personalizada por parte de la Agencia Tributaria para que su situación de dobles pagadores no repercuta ni a la hora de presentar la renta, ni a la hora de abonar si les sale el IRPF a ingresar.

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