La superficie de olivar dedicada al aceite ecológico se ha incrementado un 50% en los últimos cinco años en la provincia de Alicante hasta alcanzar las 3.000 hectáreas, debido a su mayor rentabilidad. Los precios son un 30% superiores a los del aceite convencional, lo que ha propiciado que los agricultores estén apostando cada vez más por este producto. La creciente demanda entre los consumidores también está teniendo una influencia directa.
El aumento de la superficie destinada al cultivo de olivar para aceite ecológico no ha parado de crecer en los últimos años, hasta convertirse en una de las producciones con mayor extensión certificada en toda la Comunidad Valenciana, con más de 5.600 hectáreas y una producción cercana a las 5.000 toneladas. El incremento, entre 2015 y 2020, ha sido de un 47% en todo el territorio valenciano, un porcentaje muy similar al de la provincia de Alicante, donde la superficie se sitúa en estos momentos alrededor de las 3.000 hectáreas, lo que supone un 10% del total del olivar.
A la hora de explicar los incrementos de producción, hay que hacer referencia a los precios. Según datos de la Almazara San Cristóbal, del municipio alicantino de La Cañada, una de las primeras cooperativas de la provincia en obtener el certificado del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana (CAECV) y una de las principales productoras de aceite de oliva ecológico de la Comunidad, los precios abonados a sus socios han ido entre los 2,50 y los 2,90 euros el kilo para el aceite convencional, y los 3,40 y los 3,80 euros el kilo para el ecológico, con una evolución al alza a lo largo de toda la campaña que acaba de concluir.
«Estamos hablando de una media de un 33% más por producir por el método ecológico, lo que significa que, además, de obtener mayores ingresos y rentabilidad como agricultores, generamos una producción más sostenible al mismo tiempo que cuidamos el entorno», explica José Antonio Rico, presidente de CAECV.
Las principales zonas productoras de olivar certificado en ecológico se sitúan en el Alto Vinalopó, en la provincia de Alicante, y en el Baix Maestrat, en Castellón, seguidas de Utiel-Requena, El Comtat, l’Alcoià, Vall d’Albaida o la Canal de Navarrés, aunque con menos capacidad productora.
Según Rico, «estamos hablando de zonas de interior, por lo que podemos afirmar que este tipo de agricultura está favoreciendo la actividad en zonas rurales desfavorecidas, ayudando a fijar población y a revitalizar económicamente estas comarcas».
Desde la almazara Señoríos de Relleu, su responsable, Hugo Quintanilla, destaca que, efectivamente, la diferencia de precio entre el aceite ecológico y el convencional se está situando habitualmente en los últimos años alrededor del 30%, «aunque también es cierto que los costes de producción también son más elevados, por las especiales características del cultivo».
José Miguel Ferrando, de la Almàssera de Millena, también coincide en la mejor cotización que están obteniendo los aceites ecológicos, consecuencia igualmente del paulatino incremento de la demanda que se está registrando por parte de los clientes. «Es un producto que, por sus propiedades, se está sabiendo valorar cada vez más», enfatiza.
