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La pandemia reduce la recaudación de Hacienda en la provincia un 5,1%

Los ingresos de la Agencia Tributaria disminuyeron hasta los 3.394 millones el año pasado por el impacto de la crisis en las empresas - Los retrocesos se mantienen en el inicio de 2021

El cierre de hoteles, como este de Benidorm en el confinamiento, ha repercutido en la recaudación.

El impacto de la pandemia de coronavirus se está dejando notar a todos los niveles, llegando a alcanzar incluso a la caja de la Agencia Tributaria. La recaudación por parte de Hacienda se situó el año pasado en la provincia de Alicante en los 3.394 millones de euros, lo que supone una caída del 5,1% en relación al ejercicio anterior. El descenso registrado en los impuestos relacionados con las empresas se esconden detrás de este retroceso, que se amortiguó en parte gracias a los niveles de ingresos conseguidos con el IRPF y el IVA. La mala dinámica se mantiene en el inicio de 2021, reflejando la cruda realidad de una economía que no termina de despegar.

La de Alicante fue la provincia de la Comunidad Valenciana en la que más bajó la recaudación por parte del fisco en 2020. Mientras en Castellón descendía un 3,1% y en Valencia la situación quedaba en tablas, en Alicante el retroceso se situaba en el 5,1%. La suma de estos porcentajes arroja una caída del 1,6% en los ingresos procedentes del conjunto del territorio valenciano, lo que deja la cifra total en 13.742 millones. El único aspecto positivo es que el descenso fue superior a nivel nacional, concretamente de un 9%, lo que situó la cifra global en 207.416 millones de euros.

A la hora de concretar las razones de la caída en la provincia de Alicante, hay que hacer referencia a los tributos relacionados con las empresas. El impuesto sobre sociedades, que grava las ganancias empresariales, recaudó 1.111 millones, lo que supone un 18,4% menos. El peso del turismo, el sector más afectado por las restricciones, tuvo bastante que ver con este fuerte descenso.

La caída de la recaudación, con todo, se logró amortiguar gracias al mejor comportamiento que tuvo el Impuesto sobre las Rentas de las Personas Físicas (IRPF), que sólo se redujo un 2,3%, para situarse en 1.278 millones. Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el aumento de las pensiones y la subida de los salarios de los empleados públicos contribuyeron a ello.

El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que mide el consumo de las familias, también tuvo un buen comportamiento el año pasado, teniendo en cuenta las complicadas circunstancias. El volumen de ingresos alcanzó los 1.416 millones, lo que supuso un ligero retroceso del 1,7%.

Los impuestos especiales, por su parte, fueron los únicos que se movieron en cifras positivas, toda vez que crecieron un 42,4%. El nivel de recaudación en este apartado, con todo, es mucho menor, puesto que la recaudación fue de 65 millones.

La misma tendencia

La situación, lejos de mejorar con el inicio del año actual, incluso ha ido a peor, lo que evidencia que la recuperación económica todavía no se ha consolidado. El retroceso en los meses de enero y febrero en la provincia ha sido del 6,6% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior, con una recaudación que ha quedado situada en 714 millones de euros.

Habrá que ver, además, qué es lo que sucede una vez desaparezcan los ERTE, una herramienta que se ha estado mostrando muy eficaz para controlar el descenso del paro en plena pandemia y mantener las rentas salariales. Un previsible aumento de las tasas de desempleados propiciaría en paralelo una caída de los ingresos a través del IRPF, algo que se podría poner de manifiesto a partir de este mismo ejercicio.

Los ERTE marcan el arranque de la campaña de la Renta

Hoy da comienzo la campaña de la Renta correspondiente al ejercicio 2020. Los contribuyentes tendrán de plazo hasta el 30 de junio para presentar sus declaraciones, en un año que estará marcado por ciertas novedades impositivas, muchas de ellas como consecuencia de la pandemia. Así, todas aquellas personas que formaron parte de un ERTE, ahora tendrán que tributar esas prestaciones que no tuvieron ningún tipo de retención. También los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) estarán obligados a presentar la declaración. Las prestaciones por cese de actividad para autónomos, por otro lado, no podrá calificarse como rendimiento de actividades económicas a efectos del fisco.

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