La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) echa un pulso a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) a cuenta del caso Marichal. En su estrategia de defensa de tratar su delito fiscal como un asunto personal, privado, ajeno a sus responsabilidades sociales, y a la aplicación de los códigos éticos y de buena conducta, al frente de las patronales turísticas de Tenerife y de España, Marichal obtuvo este miércoles el respaldo de la Cehat para que continúe como presidente.

Aunque Jorge Marichal está considerado como un delincuente fiscal condenado a dos años de prisión en una sentencia confirmada por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife para el comité ejecutivo de la patronal hotelera de España este es un asunto particular que en nada tiene por qué interferir en su capacidad para liderar la confederación.

En lo que supone una interpretación singular y muy particular de las resoluciones judiciales que ya son ejecutivas -como la de la sentencia de la Audiencia Provincia de Santa Cruz de Tenerife contra Marichal- la Cehat entiende que la pena recibida por Jorge Marichal en nada compromete o deteriora su interlocución social, política y empresarial al frente de los hoteleros españoles, por lo que le piden que siga siendo su presidente. Una opinión discrepante con la de la CEOE.

Un día después de que la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) arropara a su presidente, Jorge Marichal -que dispone de una gran capacidad de liderazgo, contactos e influencia en el sector turístico insular, regional y nacional- logra el respaldo de la Cehat, con unos argumentos similares a los expuestos por la patronal turística tinerfeña.

“El comité de la Cehat traslada a Marichal su deseo de que continúe al frente de la presidencia, subrayando que el trabajo de Marichal al frente de la patronal ha sido ejemplar desde su nombramiento de diciembre de 2019 y, muy especialmente, durante estos meses convulsos, ya que la defensa del sector alojativo español ha estado siempre marcada por su enorme implicación y compromiso, su formación, su capacidad de liderazgo, su pasión, y su tesón, que lo convierten en un perfil idóneo en la representación del sector turístico alojativo para afrontar un cargo de este calado y exigencia”, expone la Cehat.

Que un hotelero considerado por los jueces como un defraudador fiscal y condenado a dos años de prisión se pueda interpretar como un “perfil idóneo” para mantener la más alta representación de la institución choca cuanto menos con lo que considera la CEOE, patronal en la que se integra la Cehat.

En lo que supone un desafío al propio presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que forzó el lunes la marcha de Marichal de la ejecutiva, a la Cehat le es ajeno el procedimiento de buenas prácticas y procedimientos elaborado para identificar comportamientos que manchen la buena imagen y reputación corporativa de las asociaciones y organizaciones empresariales.

“La Cehat es una confederación de asociaciones empresariales que dispone de sus propios estatutos para el funcionamiento de su organización y no existe ninguna razón legal ni estatutaria que justifique apartar del cargo a un representante de la misma, por hechos de esta naturaleza [un delito fiscal]”, se explica en el comunicado del comité ejecutivo de la patronal turística española.

A Antonio Garamendi, celoso del buen hacer ético, y cumplidor estricto de las normas de buenas prácticas corporativas contra las conductas impropias que dañen la imagen y el buen hacer de la CEOE, le pone en un comporomiso que la sectorial turística de la patronal mantenga a Marichal en la presidencia.

Si Garamendi entendió que la presencia de Marichal era un manchón para la CEOE y su salida precisa -se tenía que ejecutar sin contemplaciones el lunes una vez conocida la confirmación de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife del delito fiscal del hotelero tinerfeño a riesgo de abrirle sino un expediente sancionador- ahora la decisión de la Cehat le pone en un compromiso.

Se cuela por la puerta de atrás a Jorge Marichal en la CEOE. Es difícil de justificar que lo que no vale para la confederación de organizaciones empresariales se disculpe en la sectorial de turismo.

Aún más, la patronal turística nacional, en su defensa a ciegas de la gestión de Marichal, trata de justificar, con argumentos sin justificación ni encaje en ningún código sobre el buen gobierno, que por un lado van las resoluciones judiciales y, por otro, las asociaciones empresariales, como sus propias normas deontológicas.

“Es necesario recalcar, que la actividad empresarial, y, en concreto, la administración de empresas, está permanentemente sometida a multitud de riesgos o diferencias que, en muchísimas ocasiones, se dirimen en los tribunales y no es aceptable exigir a un empresario posiciones más allá de las que los propios tribunales dispongan porque, en buena forma, ello conllevaría que ningún empresario en actividad pudiera prestarse u ofrecerse a participar en asociaciones empresariales sin el riesgo de ser sometido a un doble escrutinio, el legal, ante el que todos somos iguales, y el de sus propios compañeros empresariales”, argumenta la ejecutiva de la Cehat.

La patronal obvia sin embargo que no se está cuestionando la participación de Marichal en ninguna organización empresarial si no que ésta decida mantenerle como máximo representante, que le confirme en la presidencia, después de que sea ejecutiva una sentencia por la que se le condena a dos años de prisión y una multa de 585.896 euros por un delito contra la hacienda pública.