El empleo cualificado ha resistido mejor el envite que ha supuesto la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus, que se ha cebado especialmente con sectores como la hostelería o el comercio, donde muchos de sus puestos de trabajo no requieren formación superior.
Así lo constata el último Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, que ha analizado la evolución del empleo durante el último año en base a la Encuesta de Población Activa.
De esta forma, el estudio recuerda que en el último año se han destruido en la autonomía hasta 72.500 empleos, el 3,4% del total. Sin embargo, si se desglosan estas cifras lo que se observa es que, de ese total, hasta 61.600 fueron empleos de baja o media cualificación, lo que supuso un retroceso del 4,2%; frente a los 10.900 puestos de alta cualificacion que se destruyeron en el mismo periodo, lo que supuso una caída de estos últimos del 1,7%.
Esta menor caída ha provocado que el porcentaje que representa el empleo de alta cualificación sobre el total de ocupados en estos momentos haya aumentado por el efecto estadístico. Así, ahora representan el 32,2% del total, 1,8 puntos más que hace un año, según el estudio.
Con todo, también cabe señalar que la evolución del empleo cualificado en la Comunidad ha sido peor que la media española, ya que hay autonomías donde a pesar de la crisis, se han creado nuevos puestos de alta cualificación, como ha ocurrido en Murcia, Baleares, Navarra, Castilla-La Mancha, Asturias, Andalucía, La Rioja o Cataluña.
Subempleo
Por otra parte, el estudio también analiza el porcentaje de trabajadores que se encuentra subocupado, es decir, que trabaja a tiempo parcial de forma involuntaria. Un colectivo que se había ido reduciendo desde el inicio de la recuperación económica, a partir de 2014, pero que con la nueva crisis ha vuelto a aumentar. Así, en la Comunidad Valenciana trabajan menos horas de las que desean el 9,9% de los ocupados, una cifra superior a la media nacional, que es del 8,8%.
Por último, el informe de Adecco también se hace eco de la coflictividad laboral, un aspecto en el que destaca especialmente la Comunidad Valenciana, que fue durante el último año la segunda autonomía con menos huelgas, solo por detrás de La Rioja, con apenas 1,2 conflictos por cada 100.000 empresas.
