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La provincia arranca el año con la destrucción de 16.600 empleos

Servicios y construcción lideran la caída de la cifra de ocupados en el primer trimestre del año, según la EPA

Una oficina del servicio público de empleo de la Generalitat.

La Encuesta de Población Activa ha confirmado este jueves el mal arranque del año que tuvo el mercado laboral en la provincia, marcado por el endurecimiento de las restricciones al comercio y la hostelería para frenar la tercera ola de la pandemia, tras las fiestas de Navidad. De esta forma, la cifra de alicantinos ocupados en este periodo bajó en 16.600 personas, al pasar de los 730.300 de diciembre a los 713.700.

Una cifra muy significativa de destrucción de empleo que, eso sí, se queda por debajo de la registrada el año pasado, cuando en el primer trimestre del año, coincidiendo con los primeros efectos de la pandemia, se perdieron 26.800 empleos.

Como era de esperar, el mayor impacto entre enero y marzo de este año se produjo en el sector servicios -donde se encuadran el comercio, la hostelería y el resto de sectores más directamente afectados por las restricciones-, que perdió 17.100 ocupados. También fue significativo el descenso del empleo en la construcción, de 4.400 personas, y mucho más moderado en la industria, donde los ocupados se redujeron en 800 personas en la provincia.

Por el contrario, la agricultura fue el único sector que creó nuevos puestos de trabajo, hasta 5.800, según la EPA.

Menos paro

Paradójicamente, a pesar de la destrucción de empleo también bajó la cifra de parados en 6.600 personas, con lo que se sitúa en 169.300 y la tasa de desempleo queda en el 19,41%. La razón hay que buscarla en el descenso de la población activa, es decir, en la caída del número de personas que está en disposición de trabajar y en búsqueda activa de empleo, que bajó en más de 23.200 personas, al pasar de las 906.200 del trimetre anterior a 883.000. Una caída que el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, ha atribuido al "desánimo lógico de las personas ante una situación tan compleja como la que estamos padeciendo". "Estos flujos implican que una parte significativa de la gente que se ha quedado sin trabajo, especialmente las personas de 60 años o más, han salido del mercado laboral por razones que pueden estar vinculadas con las restricciones o efectos de la pandemia, que dificultan la contratación y la investigación activa de trabajo", ha indicado al respecto.

En cuanto al balance anual, los efectos de la pandemia en el mercado laboral alicantino se traducen hasta la fecha en la destrucción de 47.100 empleos y un aumento de 34.900 parados.

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