El presidente de la patronal autonómica, Salvador Navarro, ha dejado claro este jueves que los empresarios no ven con buenos ojos ni el contenido ni la urgencia de algunas de las propuestas de reforma del Gobierno. Y, en concreto, ha asegurado que no es el momento ni de contrarreformas laborales ni de subidas de impuestos que, además, pueden tener efectos indeseados si España las aborda en solitario. Así, el máximo responsable de la CEV ha censurado la creación por el Gobierno central del denominado Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales -la conocida como Tasa Google-, que ha provocado que Estados Unidos esté estudiando la subida de aranceles a diversos productos.
"La factura por elevar estos impuesto no la pagará el Estado, sino sectores como el calzado, la agricultura o la automoción", ha recordado Navarro, durante el discurso que ha pronunciado durante la asamblea ordinaria que la CEV ha celebrado este jueves en el paraninfo de la Universitat Jaume I de Castellón. Un acto que se encarga de clausurar el rey Felipe VI y al que han asistido también el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; los de las Diputaciones Provinciales, entre ellos el alicantinos Carlos Mazón, o el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. También numerosos representantes sectoriales y el presidente de CEV Alicante, Perfecto Palacio.
Tras agradecer a la Generalitat y los sindicatos UGT y CC OO la actitud de diálogo que han mantenido durante la crisis y que ha permitido alcanzar acuerdos significativos para paliar las consecuencias de la crisis, Salvador Navarro ha señalado que en este momento "la prioridad debe ser acelerar la vacunación y a partir de ahí, asegurémonos de hacer las reformas que Europa nos pide y evitar aquellas otras que en estos momentos sólo crearían barreras y obstáculos para la creación de empleo".
En esta línea ha insistido que "cualquier aumento de la presión fiscal" tendrá un "efecto negativo", y ha señalado que se trata de un movimiento que no aconseja "el tiempo" -ya que, a su juicio en este momento, desincentivaría la inversión- "ni el espacio", debido a la globalización, que, según ha señalado, aconseja abordar las subidas de "ciertos impuestos" de forma conjunta.
"Para muestra, la última amenaza del gobierno de EE. UU. tras la implantación en España del Impuesto a los Servicios Digitales. La factura por elevar estos impuestos no la pagará el Estado sino sectores como el calzado, la agricultura o la automoción", ha señalado el portavoz de los empresarios.
En materia laboral, ha censurado que se espere al "último minuto" para saber si se van a prorrogar los ERTE y ha dejado claro que "tampoco es un buen momento para plantear una contrarreforma laboral".
Por el contrario, entre los cambios que la CEV sí ve necesarios está la modernización de la Administración para eliminar burocracia. "No podemos seguir presionando para que Europa acelere la entrega de ayudas y que después la burocracia frene aquí los proyectos", señaló.
Por último, Navarro ha abogado por seguir potenciando la industria como motor de la recuperación, aunque sin "descuidar el turismo".
El compromiso de la ministra
Las críticas de Navarro por la situación del calzado no han caído en saco roto y la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha recogido el guante durante su intervención. Así, ha recalcado que la internacionalización y la exportación deben seguir siendo dos palancas de crecimiento de la economía española y que van a contar con el apoyo del Ejecutivo. "Vamos a seguir defendiendo los intereses de las empresas españolas internacionalizadas y vamos a trabajar en la resolución de los conflictos comerciales como el que en este momentos afecta en esta comunidad al calzado. Tenéis mi compromiso, podéis contar con ello, para alcanzar una solución lo antes posible", ha asegurado en su intervención.
Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha insistido en la necesidad de acelerar la vacunación y ha puesto en valor los convenios firmados por la patronal con la Seguridad Social y diversas autonomías, entre ellas la Comunidad Valenciana, para que las empresas con servicios médicos propios y las mutuas puedan participar en el proceso de inmunización, cuando haya dosis disponibles. Igualmente, ha insistido en la necesidad "de salvar el verano" para evitar mayores consecuencias en la economía española.
